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Crónica:Balonmano | Cuartos de final de la Liga de Campeones
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Barça se despide de Europa

Portland-Ciudad Real y Valladolid compiten hoy por una plaza de semifinalista

Esta vez, la magia del Palau fue insuficiente. No hubo gesta en el coliseo azulgrana, donde el Barça se despidió de Liga de Campeones con dignidad y resignación. En el encuentro de vuelta de los cuartos de final de la máxima competición europea el conjunto dirigido por Xesco Espar superó al Flensburg por 34-29, pero sucumbió ante la empresa, casi quimérica, de remontar los 10 goles de ventaja (31-21) que los campeones alemanes se habían asegurado en el partido de ida en su casa. El colchón era lo suficientemente mullido como para que el Flensburg no sufriera demasiado ante un Barça que, este curso, ha fracasado frente a sus mayores retos: cayó en la Copa Asobal, que daba acceso a la próxima Liga de Campeones; y, con el título de Liga fuera ya de su alcance, lucha ahora por mantener la tercera posición, que asegura la presencia en Europa.

BARCELONA 34 - FLENSBURG 29

Barcelona: Barrufet (Losert), Tomás (9), Puig (5), Vori, Romero (8), Jerome F. (2) y Juanín (5) -equipo inicial-; Nagy (2), Hernández, Larholm (1), Skribic (2) y Perunicic.

Flensburg: Beutler, Stryger (3), Lijewski (5), Knudsen (6), Boldsen (2), Nielsen y Christiansen (3, 1p); Vranjes (2), Lauritzen (1), Lackovic (3), Jensen y Johanssen (4).

5.000 espectadores en el Palau Blaugrana

Aunque lo intentó por todos los medios y en alguna ocasión la remontada pareció hasta posible -dominando 20-15 en el marcador, Iker Romero y Juanín fallaron dos penaltis consecutivos-, Beutler, el meta alemán, desbarató todas las esperanzas azulgranas. Como en la ida, el portero firmó una actuación magistral y, con 16 paradas, un penalti incluido, desquició a los atacantes del Barça que, pese a todo, no se dieron por vencidos.

Espar varió la pizarra azulgrana, le dio el mando de las operaciones a Larholm, colocó a Iker Romero en el lateral y el Barça logró una mayor fluidez en el juego. Pero no la suficiente como para traspasar el muro armado por Beutler que, cada vez que los azulgrana tomaron carrerilla, apareció para frustrar su despegue. También cuando Iker y Víctor Tomás hicieron el último intento (28-23).

En su despedida europea, el Barça evidenció que necesita una profunda remodelación para estar de nuevo en la élite. Ahí, por una plaza en las semifinales, se batirán hoy (18.00, La 2) el Portland y el Ciudad Real, que parte con una ventaja de cinco goles (26-21), y el Valladolid, que visita al Gummersbach con empate a 36.

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