Supernovas Ia, calibradas para hacer medidas en el universo lejano
Unas explosiones estelares determinadas, las supernovas de tipo Ia, han resultado la clave para un descubrimiento cosmológico inesperado de hace pocos años: que la expansión del universo está acelerándose. Los astrónomos están profundizando en las observaciones y por ello el conocimiento lo más exacto posible de este tipo de explosiones estelares tiene importancia más allá del estudio de las supernovas. Un equipo de Europa y EE UU ha presentado un estudio en el que muestran que las supernovas Ia se originan en astros de la misma masa, ligeramente superior a la solar. El hallazgo, publicado en Science, reafirma el valor de estas supernovas como patrón para hacer medidas a grandes distancias en el universo.
Las supernovas de tipo Ia se producen cuando una enana blanca (el residuo de un astro que consumió su combustible nuclear y perdió gran parte de su masa al convertirse en gigante roja, como le sucederá al Sol) atrae materia de un astro próximo y va incrementando su masa hasta un punto en que explota como supernova.
Paolo A. Mazzali (Instituto Max Plank de Astrofísica, Alemania) y sus colegas han observado 23 supernovas Ia y concluyen que, según sus datos, los astros progenitores de todas ellas son enanas blancas ricas en carbono y oxígeno. El mecanismo de explosión es común a todas ellas. Y tienen una masa similar, ligeramente superior a la solar pero concentrada en un tamaño aproximadamente como el de la Tierra.
El brillo predecible de estas supernovas (como una bombilla cuya potencia de conoce) es, para los astrónomos, un indicador de la distancia a la que se encuentran las galaxias que las alojan. Pero hace unos años se observó que el brillo de un puñado de supernovas Ia era más tenue de lo esperado dada la distancia a la que estaban (medida por otros métodos complementarios); la conclusión fue que la expansión del universo estaba acelerándose y que esas supernovas estaban más lejos de lo esperado si la velocidad de expansión hubiera sido constante.
Era algo así como observar unos coches que se supone que se están alejando a una velocidad fija, pero al analizar la luz de los faros se vio que era más tenue de lo esperado dado la potencia conocida de las bombillas, luego los coches se estarían alejando cada vez más deprisa. Conocer bien cómo brillan las Ia sería equivalente a conocer con precisión la potencia de los faros de esos coches.
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