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RESUMEN DE LAS DECLARACIONES DE OTEGI A 'LA VANGUARDIA' | La situación en el País Vasco

"El Estado no tiene que pagar un precio político a ETA ni a nosotros"

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Pregunta. El atentado de Barajas rompió un proceso en el que ustedes estaban embarcados. ¿Por qué no lo condenan?

Respuesta. Tras el atentado de Barajas, la izquierda abertzale, por primera vez en su historia hace un llamamiento a ETA para que regrese a las posiciones del 22 de marzo, y ese llamamiento es respondido por parte de ETA comunicando que mantiene el alto el fuego.

P. ¿Ustedes condenaron el 11-M?

R. Lo reprobé. La condena afecta más a lo moral que a lo político y yo planteé un rechazo en términos políticos. Quien hizo el 11-M buscaba el mayor número de víctimas y además en trenes de cercanías que acercaban a trabajadores a sus puestos de trabajo. Desde nuestro punto de vista, eso es absolutamente rechazable.

P. ¿Para cualquiera, sea integrista islámico o alguien que actúe en nombre de la patria vasca?

R. Sin duda.

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P. Así, ¿rechaza la violencia como método de acción política?

R. Nosotros no usamos las armas. Queremos hacer política en términos democráticos. Estamos manteniendo la misma actitud que el Sinn Fein en Irlanda o el Congreso Nacional Africano en Suráfrica y que permitió construir la solución.

P. Tras Barajas y con Iñaki de Juana en situación límite, es difícil mantener la esperanza...

R. El proceso no tiene alternativa y nosotros estamos dispuestos a hacer lo que haga falta.

R. (...) Lo que queremos transmitir a la ciudadanía es que dentro de un marco democrático donde tengan cabida todos los proyectos, la independencia sólo se puede construir desde vías pacíficas y democráticas. No se puede construir de otra manera.

P. Ahora mismo, la opinión pública está conmocionada por el atentado y ustedes responden con propuestas políticas cuando si existe algún consenso entre los partidos democráticos es que la paz no tiene precio político...

R. El Estado español no tiene que pagar ningún precio político a ETA. Ni tampoco a nosotros. Si nos situamos en la ecuación el fin de la violencia comporta que hay que pagarle un precio político a ETA, no habría solución. Eso equivale a plantear la rendición del Estado. Con esa ecuación, no hay solución... Insisto, el proceso no tiene alternativa...

P. Sí tiene. Seguir como hasta ahora...

R. Dejando aparte intereses más perversos, creo que nadie puede plantear honradamente que la guerra y el enfrentamiento es la solución.

R. (...) Quiero responder a la pregunta que nos hizo Zapatero en Vitoria. ¿Quién le tiene miedo a la palabra?, preguntó. Nosotros, no. Estamos deseando que ese campo de juego en igualdad de condiciones sólo se emplee la palabra por parte de todos para seducir, si se puede, a la mayoría popular en una determinada dirección. Quienes le tienen miedo a la palabra son aquellos que la niegan estructuralmente.

P. Todo eso suena muy bien, pero aquí hay una organización terrorista que, cuando se le antoja, dinamita un aeropuerto y mata a dos personas. ¿De qué sirve hablar con Josu Ternera? ¿De qué sirve hablar con Batasuna?

R. Es evidente que tras ese hecho hay un proceso de desconfianza. El Gobierno tiene motivos para desconfiar de la interlocución de ETA, como estoy convencido de que la interlocución de ETA tiene motivos sobrados para desconfiar del Gobierno. Hay que mirar las cosas en perspectiva. Con nosotros se habló durante mucho tiempo (de manera no oficial) y no se habló con ETA. Se construyó una hipótesis de trabajo. Se llegó a la conclusión de que si ETA daba un gesto significativo, era posible iniciar un proceso de solución... Hablar siempre es útil.

P. Pero el atentado de Barajas desacredita a los interlocutores...

R. Yo estoy convencido de que hay que seguir hablando y trabajando, independientemente de los fenómenos coyunturales.

P. ¿Hay una posición unánime en la izquierda abertzale respecto al papel de la violencia?

R. En la izquierda abertzale hay una posición unánime sobre la apuesta que hay que hacer. Aspiramos a construir lo antes posible una solución en los términos que planteamos. Y eso nos lleva a un escenario diferente en el que tenemos que liderar, dicho con la mayor humildad, un proyecto independentista y de izquierdas.

P. ¿Qué opinión personal tiene de Zapatero?

R. Quiero creer que es una persona con convicciones y principios, y además de izquierdas. Y quisiera creer que con valores cívicos republicanos. Si es así, va a haber solución democrática.

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