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Reportaje:Baloncesto | ACB

Reyes por un día

San Emeterio, Price y Urtasun, ni figuras ni cañoneros, brillan y rompen marcas de anotación

Robert Álvarez

El congelador no rebosa, pero conserva varias piezas, las de media docena de baloncestistas que han emergido de manera fulgurante e imprevista. Son jugadores de equipo, acostumbrados a actuar a la sombra de las estrellas, de los cañoneros. Pero un día determinado sueltan el brazo y envían al cesto todos los balones que les llegan. De ahí viene lo del congelador, de la frase irónica con la que Svetislav Pesic comentó los 39 puntos que Fernando San Emeterio le endosó al Dijon el pasado martes en un partido de la FIBA Eurocup. "Hemos congelado su brazo para el próximo partido", ironizó el técnico serbio del Akasvayu Girona. Ese día, San Emeterio no parecía San Emeterio. "Me he sentido un poco como Kobe Bryant", dijo el cántabro, de 23 años, acunado en las categorías inferiores del Valladolid. "No me considero un gran tirador", admite.

San Emeterio está llevando a cabo una excelente temporada, pero casi siempre dedicado a funciones defensivas y de complemento. Sólo dos veces en los 23 partidos de la Liga ACB disputados ha anotado 20 puntos. Los 39 que le endosó al Dijon llegaron además a través de diez triples consecutivos sin fallo. Cuando llevaba ocho y quedaban tres minutos para el final, Pesic le envió al banquillo. Su ayudante le recordó los datos y el entrenador devolvió a San Emeterio a la pista animándole a que fuera a por los diez triples. Lo consiguió.

El de San Emeterio no es el único caso esta temporada. Carlos Cabezas, uno de los bases que llevó a España al título mundial, tampoco es un cañonero. Constreñido a labores de dirección, su media de anotación en sus ocho temporadas en la ACB es de 7,7 puntos y este ejercicio, en concreto, de 11,6. Nadie podía prever que nada menos que en el pabellón del Maccabi, en Tel Aviv, Cabezas fuera a romper los topes de la competitiva Euroliga. Dirigió a su equipo, el Unicaja, con maestría, anotó 32 puntos, una de sus canastas forzó la prórroga y, además, sumó 6 asistencias y 6 rebotes y recibió 7 faltas. Pese a todo, el Unicaja perdió (106-101). "Será un partido que recordaré toda mi vida. Fue en el que más puntos he metido y, además, contra un equipo como el Maccabi", explica Cabezas, al que parecen irle los partidos grandes, ya que en la Liga obtuvo su mejor marca frente al Winterthur Barcelona: 21 puntos.

Hollis Price, el base de Nueva Orleans formado en la Universidad de Oklahoma, es uno de los puntales del Caja San Fernando. Pero no lleva el peso anotador del equipo. Sin embargo, emergió como una metralleta en el partido de la Liga contra el Tau. Realizó su mejor partido, de largo. Promedia 12 puntos, pero ese día anotó 32 y repartió 7 asistencias. Lo pagó caro el Tau, que perdió (99-90).

Txemi Urtasun, como San Emeterio, es otro de los jugadores que brotaron a la sombra de los júniors de oro. A punto de cumplir los 23 años, el escolta navarro intenta abrirse camino en la élite en el Bruesa de San Sebastián. No es un cañonero. Por eso no olvidará su partido ante el Granada. Anotó 22 puntos cuando su promedio es de 10.

Su compañero de generación Fran Vázquez tiene mucho más cartel. Fue el número 11 en el draft de la NBA en 2005. Pero se le acusa de una tremenda irregularidad, la que le lleva a cuajar partidos con un rendimiento deficiente que lastran sus discretos promedios: 7 puntos y 4 rebotes. Sin embargo, fue capaz de convertirse en el quinto jugador que logra un triple doble en la Liga: 11 puntos, 10 rebotes y 12 tapones en la pista del Valladolid.

La regularidad, en el Winterthur Barcelona está reservada para jugadores como Navarro, que el pasado sábado, ante el Akasvayu, sumó 37 partidos consecutivos de Liga y Copa anotando por lo menos un triple. Desde el 16 de abril de la temporada pasada, cuado su equipo ganó en la pista del Unicaja, no finaliza un encuentro sin encestar desde más allá de la línea de los 6,25 metros. Sólo dos veces en esta campaña, ante el Pamesa y el Tau, ha anotado menos de 12 puntos y su promedio es de 17 puntos y 4 asistencias.

Tan sólo los más grandes del campeonato, caso de Scola, Bullock o Rudy Fernnández son capaces de obtener cifras similares de manera regular. Rudy estableció el récord anotador esta temporada con 36 puntos, cifra sólo superada en la ACB por Jordi Pardo en 1993 con 42 en un Girona-Zaragoza. Pero Rudy, un jugador brillante y regular, mordió el polvo ayer ante el Pamesa cuajando su peor actuación: sólo cinco puntos. La regularidad tiene un precio tan alto como la irrupción puntual de jugadores que no son ni figuras ni cañoneros.

San Emeterio, con el balón, trata de superar a Navarro.
San Emeterio, con el balón, trata de superar a Navarro.EFE

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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