"La lesión esta casi olvidada", afirma el camerunés
Eto'o reapareció en Pamplona, donde jugó unos minutos. Pero, a todos los efectos, volvió ayer. Pisó al fin el Camp Nou -su último partido fue el 24 de septiembre, contra el Valencia- y dio la sensación de que nada había pasado, como si el menisco de su rodilla derecha no hubiera crujido en Bremen la noche del 27 de septiembre de 2006, como si Ramón Cugat no lo hubiera reconstruido durante hora y media en un quirófano y como si fuera mentira que se ha pasado los últimos cuatro meses y medio trabajando, a veces en tres sesiones diarias, para recobrar su rodilla, siempre con la ayuda de Emili Ricart. Ayer volvió Eto'o al Camp Nou, que le recibió con timidos aplausos y le despidió con una tremenda ovación cuando Rijkaard, en el minuto 66, le sustituyó por Messi. Rendido a su actuación, como perdonándole las declaraciones que incendiaron el club hace dos semanas, la afición coreó su nombre mientras le abrazaba Puyol y, especialmente, Ronaldinho, que unió sus aplausos a los del público.
"Sólo seré feliz cuando vuelva a marcar", avisó poco después de salir del hospital. Así que ya debe de serlo. Ayer chutó dos veces: la primera la sacó Aranzubia, que metió una buena mano; la segunda fue gol. El estadio se vino abajo y Eto'o buscó la esquina izquierda del Gol Sur, donde, agarrado al banderín y con el otro brazo estirado en horizontal, esperó a Ronaldinho para la foto. Es su quinto gol.
El propio Eto'o desveló su estado de ánimo en declaraciones a El Larguero, de la Cadena SER: "He notado dolores, pero soportables. Sé que voy a tenerlos durante un año. Me resulta difícil hacer determinados movimientos, como una jugada en la que he regateado y he salido en velocidad. Hay que trabajar y rezar, pero después de este partido está casi todo olvidado, aparcado en un rincón de mi cabeza". El camerunés reconoció que se sentía tremendamente cansado tras jugar durante 66 minutos. "Estoy muerto", dijo; "no he pedido el cambio, pero me ha venido muy bien". El ariete azulgrana se refirió a las críticas que tanto él como Ronaldinho han recibido durante los últimos días: "Con la lesión he aprendido lo duro que es el fútbol y lo falsa que es la gente. Cuando juegas, parece que todos están contigo. Todos te dicen que te quieren. Y es mentira. Te pasas muchas horas solo y nadie se acuerda de ti". Habló en concreto sobre la polémica en torno al sobrepeso de Ronaldinho: "Cuando pierdes, se busca todo. Si llega a meter el gol que ha intentado, le hacen un monumento. El fútbol es una cosa de locos".
Rijkaard definió las consecuencias de volver a contar con Eto'o: "Su presencia atrae mucho al resto de los defensas y genera muchos espacios. Más allá de que haya marcado, ha hecho muchas cosas bien". "Hemos de ver cómo está mañana", añadió. "La lesión que ha padecido es complicada y, aunque haya jugado muy bien y no se haya resentido, las consecuencias suelen aparecer al día siguiente", explicó el entrenador.
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