Britney spears ¿una niñita enferma?
La estrella del pop se rapa el pelo, entra y sale de una clínica de desintoxicación y prepara nuevo disco
Lo dice hasta su propio padre: "No es más que una niñita enferma". Jamie Spears, padre de Britney Spears, hacía estas declaraciones el pasado martes, después de haber internado a su hija en una clínica para rehabilitación de alcohólicos y drogadictos vip que tiene el esperanzador nombre de Promises (promesas) en Malibú (California). Pero la estrella del pop adolescente, que llegó a estar en la cima de la música ultracomercial tras vender 13 millones de copias de su primer disco, Baby one more time en 1999, aún no parece estar lista para cumplir promesas puesto que no duró en la clínica ni 24 horas. Ni en esa ni en las varias que ha visitado en los últimos 10 días. Es más, desde que comenzó a dar la nota la pasada semana rapándose el pelo al cero y lanzándose a las calles peluca en ristre, el compromiso parece haber sido más bien el de escupir sobre su propia biografía.
Con 25 años, dos hijos y un carrerón como estrella del pop por el que cualquier concursante de Operación Triunfo daría varios huesos y hasta un par de piernas, esta vez Britney Spears parece realmente haber tocado fondo. De momento ha unido su nombre al de la larga lista de celebridades cuyas vidas excesivas se estrellan con la cruda realidad de sus problemas con el alcohol o las drogas. Entrar y salir tres veces en una semana de dos clínicas de rehabilitación diferentes tiene muy poco de glamuroso.
La primera vez fue el 16 de febrero pasado, Spears llevaba varias semanas entregada en cuerpo y alma a las juergas nocturnas. Tampoco hay nada malo en divertirse pero en su caso, tras su petición de divorcio del padre de sus hijos Kevin Fetherline y sus excentricidades en relación con sus retoños -como conducir con uno de los dos bebés sobre sus piernas- la prensa rosa la observaba con lupa. Así que cuando decidió someterse a un tratamiento de desintoxicación.
Pero el verdadero escándalo llegó dos días más tarde, cuando los tabloides estadounidenses amanecían con una fotografía de Britney rapada al cero. La ex rubia se había largado de la clínica en menos de 24 horas. Desde entonces ha entrado otras dos veces en Promises. En juego está la custodia de sus hijos, ya que Fetherline amenaza con quitárselos si no se cura. Pero lo peor está por llegar. En su discográfica parece que ya la están aconsejando que aproveche sus problemas emocionales para un disco.
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