... Y, 40 años más tarde, apareció
La policía halla en una pequeña localidad de Madrid a un extremeño al que su familia buscaba hace cuatro décadas
Cerca de 40 años sin saber nada de él. Ése es el tiempo transcurrido desde que un vecino de Extremadura salió de su pueblo y ha sido localizado en un pequeño municipio de la región. En esta historia se han ocultado todos los datos de este varón de 85 años, ya que no quiere publicidad ni reencontrarse con sus allegados. Ha asegurado a la policía que ha pasado mucho tiempo y que su vida ha cambiado totalmente.
Un familiar del desaparecido acudió el pasado 8 de febrero a la Jefatura Superior de Policía de Extremadura. Pedía que se reactivara la búsqueda de su pariente, cuya desaparición fue denunciada en 1994. Hasta la fecha no había sido localizado, pese a que sus allegados lo habían intentado por diferentes vías.
Con posterioridad a la denuncia, varios medios de comunicación, incluso programas televisivos de emisión nacional, mostraron su foto. Su intención era que su imagen pudiera ser reconocida por cualquier persona de forma que diera datos sobre su paradero y su estado de salud. Todos los intentos fueron en vano, según comprobaron los investigadores.
Los agentes encargados de las personas desaparecidas en la Jefatura Superior de Policía de Extremadura retomaron el caso y realizaron nuevas indagaciones para lograr dar con el paradero del hombre de 85 años.
Sus pesquisas finalmente dieron su fruto, según informó ayer la Delegación del Gobierno en Extremadura, y lograron localizar al anciano en una pequeña localidad de Madrid.
Los policías, que no quisieron informar acerca de las razones que llevaron al hombre a desaparecer hace 40 años, sí comunicaron su nuevo domicilio a los denunciantes. Y el "desaparecido" permaneció voluntariamente informado del interés de sus familiares por recuperar el contacto.
Pero, esta historia no tiene, aún, un final feliz. El anciano ha declinado cualquier invitación para retomar su anterior vida. Tampoco ha mostrado interés, según fuentes policiales, por volver a su tierra natal. Asegura que ha pasado mucho tiempo y que su desaparición fue totalmente voluntaria. Ha rehecho su vida y prefiere seguir viviendo ajeno a su anterior familia.
La policía ha respetado su deseo expreso y no ha facilitado ningún dato que permita su localización. Lo mismo ha ocurrido con los denunciantes, que prefieren no ser protagonistas de informaciones periodísticas.
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