"Lo de Emerson es mentira"
Capello dice que el brasileño no se negó a jugar ante el Bayern, como demostró la televisión
Fabio Capello, el entrenador del Madrid, vive a la defensiva. Tanto que cuando va a una rueda de prensa se asegura de que haya alguien, un jefe de comunicación, que corte las preguntas incómodas de los periodistas, que especifique constantemente lo que se puede y no se puede preguntar, según Capello, y que avise de que es improcedente querer saber qué piensa el técnico de que Emerson se negara a jugar contra el Bayern de Múnich. Con ese muro de frases cortantes como defensa, Capello se sentó ayer en un hotel madrileño junto a Javier Aguirre, técnico del Atlético, para presentar el derby que enfrentará mañana a los dos equipos. Que el italiano tenía más cosas que decir y menos ganas de contestar que su colega mexicano lo refleja una simple estadística: a Capello le hicieron una decena más de preguntas que a Aguirre y el italiano utilizó una decena menos de minutos para responder. Todo empezó con Emerson. El brasileño llegó al Madrid como su guardaespaldas, su jugador de confianza, como el Puma. Y las cámaras de Cuatro le mostraron negándose a jugar los últimos minutos del Madrid-Bayern. Manipulación de los periodistas, según Capello, el mismo al que captó la televisión gritando "¡Puma!" mientras requería la participación de Emerson: "No es un tema deportivo. Sólo hablo de temas del partido. No ha sido un acto de indisciplina. Es jugador del equipo y cuento con él. Emerson no se negó. Es mentira. No explico nada de este tema. Él no me dijo que no jugaba".
"Tengo el apoyo de los jugadores", aseguró el técnico, que revisará las críticas de Reyes
Al técnico, serio, seco y cortante ante los medios de comunicación, también se le acumulan los desencuentros con sus jugadores. Se ha enfrentado con Beckham, al que apartó del equipo para luego recuperarle. Con Cassano, por retarle en público y en privado. Y con Diarra, por protestar por su suplencia sin saber que le grababan las cámaras. Algunos jugadores le han pagado con la misma moneda. Robinho se ha quejado del sistema de juego de su entrenador. Y Reyes ha protestado por su apuesta defensiva, que considera impropia de un equipo con la tradición y el historial del club de Chamartín.
Pesea a todo, el Madrid es un equipo unido, según Capello: "Tengo el apoyo de los jugadores", se defendió ayer el técnico, que puesto en el ojo del huracán ha visto cómo se le despertaban reflejos de censor. "Hablé con él [con Reyes] esta mañana [por ayer] y me dijo que no había dicho nada de esto, que es mentira. Te paro la pregunta. Voy a escuchar la grabación y te digo después. Ven a Valdebebas y ahí te digo", cortó a un periodista. ¿Qué piensa de que algunos de sus jugadores se declaren confundidos por los constantes cambios de posición? "Reyes es extremo. ¿Dónde lo pongo? Pues izquierdo o derecho", resumió.
Capello parece un hombre a la búsqueda de argumentos con los que defender su gestión. Los busca en los tópicos -"faltan muchos partidos, encuentros directos con equipos que intentarán ganar la Liga. En el fútbol sólo valen los resultados". Los busca en momentos puntuales, excepcionales por infrecuentes, en los fogonazos que han iluminado una temporada llena de sombras -"me gustó mucho la primera parte del equipo ante el Bayern". Y los busca en una realidad, como poco, deformada: "Venimos de dos resultados positivos", aseguró insistentemente ayer. ¿Cuáles?, le preguntaron sorprendidos los periodistas. "El partido fuera [en Anoeta, donde el Madrid ganó a la Real Sociedad] y el del Bayern". Como lo repitió en varias ocasiones, parece que al técnico italiano -que no podrá contar con Ramos, lesionado, en el derby-, se le ha olvidado que entre esos dos partidos el Madrid jugó otro: contra el Betis en el Bernabéu. Un empate. Sin goles.
El Madrid visita el Calderón pendiente de su técnico, que ha abandonado a mitad de trayecto el plan que propuso a principios de temporada: un Madrid con Emerson y Diarra como titulares. Ante el Bayern, jugaron Guti y Gago. Donde los críticos ven inseguridad y falta de rumbo, el italiano habla del fútbol y sus imponderables, de las lesiones y los ciclos de rendimiento. "Depende mucho del momento de los jugadores. Tenemos problemas ahora con varios jugadores y mañana [por hoy] veré [quienes juegan]. No se puede esperar que jueguen 60 partidos por temporada. Cuando aposté por Diarra y Emerson estaba convencido". Ya no. Ahora, Capello duda.
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