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Reportaje:

Escenarios de ironía y denuncia

Los teatros María Guerrero, Abadía, Infanta Isabel y Maravillas apuestan por montajes que hagan reflexionar al público

Desde la cocina de un astrofísico hasta la arena de Grecia, pasando por un espacio lleno de humo o de zanjas que nos resultan muy familiares. Los escenarios madrileños optan por la ironía y la denuncia de la sociedad manipuladora. Y quien quiera oír, que oiga.

- Dirección Gritadero. Tres mujeres con los nervios destrozados esperan un autobús en un desierto de vallas como podría ser la M-30. Se dirigen al "Gritadero", el último lugar donde se permite chillar libremente.

Así arranca Dirección Gritadero, el primer montaje en castellano que se atreve con un texto del dramaturgo francés Guy Foissy, en el Teatro María Guerrero, (C/ Tamayo y Baus, 4) hasta el 25 de marzo.

Las actrices Paula Soldevila, Susi Sánchez y Consuelo Trujillo se encapricharon del texto por absurdo y buscaron a la directora Rosa Morales para que se encargara de ponerlo en escena. "Nos interesaba llamar la atención sobre aspectos de esta sociedad en la que vivimos, porque bajo una aparente libertad cada vez hay más restricciones y estamos más vigilados. Hay que luchar contra eso", explica Morales.

El autobús no llega a la parada y mientras tanto las tres mujeres reflexionan sobre sus respectivas vidas. "Es un texto inspirado en Esperando a Godot, pero como pequeño homenaje a las mujeres por parte del autor", comenta la directora. "Foissy está encantado con el resultado, vino al estreno y le gustó que profundizáramos en los personajes de una forma muy beckettiana".

- Antígona. Otra historia sobre la desesperación se presenta en el Teatro de la Abadía (C/ Fernández de los Ríos, 42) de la mano de Oriol Broggi hasta el 25 de febrero. La Antígona de Sófocles, que luchaba para dar sepultura a su hermano muerto, se mueve por una escenografía innovadora que ya se planteó en su estreno en Barcelona el año pasado. Las filas frontales del patio de butacas desaparecen y el público es repartido por los laterales para que pueda asistir al enfrentamiento sobre la "arena", que son alfombras de esparto.

Clara Segura encarna a la mujer luchadora frente al poder del Estado, de Creonte, interpretado por Pep Cruz. Para Segura, Antígona refleja la "esencia humana" y por eso no pierde actualidad. Su compañero de reparto afirma que el cambio de idioma -después del estreno en catalán-, supone un "volver a empezar". "Tu personaje también cambia y tienes que volver a relacionarte con él y volver a entenderlo", reflexiona el actor.

- Tres versiones de la vida. Después del éxito de Arte, llega a la escena madrileña otro texto de Yasmina Reza, en el Infanta Isabel, (C/ Barquillo, 24) hasta el 8 de abril.

Natalia Menéndez se encarga de dirigir esta historia circular, pero alternando el puesto donde lo viven sus personajes, encarnados por José Luis Gil, Jaquín Climent, Carmen Balagué y Silvia Marsó. Un astrofísico y su esposa invitan a cenar a un académico de las ciencias que podría ayudarle a ascender en su trabajo. Pero los invitados se equivocan de día. Llegan allí 24 horas antes y casi les pillan en zapatillas de andar por casa. Lo que podría haber sido un buen enchufe termina en desastre, con crisis matrimonial, humillaciones y juegos de seducción incluidos.

Natalia Menéndez afirma que aceptó el reto de la obra porque era imposible. "Y como decía mi admirada Pilar Miró: Lo imposible me pone", sentencia. Y añade: "La dramaturgia de esta obra era muy difícil porque se repite la misma historia y alterna a los personajes en cada situación. La primera versión es una comedia, la segunda tiene que ver más con el teatro del norte de Europa, y la tercera es arte contemporáneo que va hacia la desolación".

- Humo. Un hombre que se dedica a "curar" la adicción de fumar tiene un terrible secreto: él ha recuperado el vicio del tabaco. ¿Cómo explicárselo a su ex esposa cuando se reencuentra con ella? Porque de un secreto se pasa a otro y se pueden desvelar todas las apariencias y mentiras.

Juan Luis Galiardo y Kiti Manver escenifican ese reencuentro en el Teatro Maravillas, (C/Manuela Malasaña, 6) con texto de Juan Carlos Rubio. Galiardo, productor del montaje, convenció al autor para que dirigiese la obra, algo que no se había atrevido a hacer antes. "Pero es la obra que he escrito y que entiendo perfectamente", comenta Rubio. El reparto fue otro motivo para arriesgarse con la dirección. Dos intérpretes jóvenes, Bernabé Rico y Gemma Giménez, dan la réplica a los veteranos.

Para Galiardo, "esta obra surge en un momento importante de la sociedad, cuando nos hemos instalado en las apariencias, donde el dinero ha impuesto una norma de todo". El capitalismo y la necesidad de fingir son reflejados sobre las tablas de forma agridulce, que sirve de conexión con el público.

Las actrices de la obra <b><i>Dirección Gritadero,</b></i> Paula Soldevila, Consuelo Trujillo y Susi Sánchez.
Las actrices de la obra Dirección Gritadero, Paula Soldevila, Consuelo Trujillo y Susi Sánchez.

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