No sólo de hablar vive el móvil
Las operadoras buscan nuevas vías para rentabilizar el celular, como la publicidad, la televisión interactiva o la música
Casi la mitad de los móviles tiene cámara, una cuarta parte dispone de vídeo y el 16% permite descargar música. Pronto se generalizarán los navegadores de Internet, los localizadores GPS y los autentificadores para pagos electrónicos. Pero las grandes operadoras de telefonía apenas sacan partido de todas estas utilidades porque, por ahora, su negocio está casi exclusivamente en las llamadas y en los mensajes cortos de texto. Y es que apenas el 2,5% de los 12.000 millones de euros que ingresaron las compañías en 2005 provino de los nuevos servicios, y casi todo fueron descargas de tonos, juegos y música.
El Congreso Mundial 3GSM celebrado esta semana en Barcelona, al que han acudido 1.200 empresas de todo el mundo, ha puesto de manifiesto esa necesidad imperiosa de buscar recursos a través de cualquier servicio que pueda albergar el terminal.
Apenas el 2,5% de los ingresos de las compañías proviene de nuevos servicios
La primera razón por la que los usuarios son reacios a los nuevos usos del móvil puede parecer trivial. Investigaciones de la compañía avaladas por un estudio de Informa Telecoms & Media revelan que un usuario tiene que hacer click entre 10 y 40 pantallas y emplear más de dos minutos para, por ejemplo, descargar un tono de llamada (ringtones) o un juego. Por eso, se considera que para que un servicio tenga éxito no puede precisar más de seis click, según el Sweden's Mobiles Matrix.
El otro problema es el técnico. La interactividad con Internet precisa de una velocidad de descarga y de subida que la telefonía de tercera generación 3G aún no garantiza. De ahí el énfasis que ha puesto el presidente de Vodafone, Arun Sarin, en acelerar el desarrollo de la Long Term Evolution (LTE), la siguiente generación que permitirá olvidarse de la línea fija como acceso a Internet. Las grandes operadoras, con Vodafone a la cabeza, ya están firmando acuerdos para que el móvil forme parte de la llamada web 2.0 o comunidades de intercambio de contenidos como YouTube (vídeos), MySpace (comunidad virtual de amigos) o Ebay (subastas). Con todo, el omnipresente buscador Google es la novia preferida en todas las alianzas.
Las compañías también buscan en la evolución del sms (mensaje corto de texto) otro filón que explotar. Los mensajes multimedia (MMS) y la mensajería instantánea apenas significan nada en la facturación, pero se estima que en 2009 generarán un negocio de 16.000 millones de euros, según la asociación GSM, que agrupa a más de 700 compañías de todo el mundo. Y el móvil como instrumento de pago no ha hecho más que arrancar. Las previsiones son que se pase de 500 millones de transacciones en 2006 a 3.600 en 2010, según Juniper.
También tiene mucho camino por recorrer la televisión. Como dice Susana Rodríguez, directora de contenidos de móviles de Telefónica, ya se pueden ver muchos canales pero aún no se ha rentabilizado esa facilidad. Para ello, será preciso que se ponga en marcha la DVB-H, la verdadera televisión por móvil, ya que lo que vemos actualmente no son sino descargas de vídeos de programas en directo.
La publicidad también está por descubrir. Los primeros intentos de introducir anuncios en medio o al final de la conversación a cambio de reducir el precio de la llamada no han tenido mucho éxito. Pero se están explorando otros productos como un proyecto de Movistar que permite a un usuario ver, por ejemplo, un piso o la oferta de un viaje pasando su móvil por un código de barras de un anuncio escrito.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.