Origen coreano y mentalidad europea
El Kia Cee'd es un familiar compacto con las medidas de un Golf que destaca por su buena relación entre precio y equipamiento. No es especialmente asequible, pero ofrece una línea moderna, un interior amplio y bien rematado y un completo equipo de serie. Cuenta también con una mecánica refinada, que permite viajar con confort y seguridad, y con un motor turbodiésel que corre lo suficiente, no hace ruido y gasta poco.
Si en los últimos años los coches coreanos han empezado a pisar los talones en calidad a algunos modelos de las marcas europeas populares, las novedades más recientes, como los Hyundai Santa Fe y Chevrolet Captiva, confirman que han subido otro escalón, y al menos en estos casos están ya por delante de muchos rivales occidentales y japoneses. Así sucede también con el nuevo Cee'd, el familiar compacto de Kia que acaba de llegar al mercado y ofrece una calidad de conjunto notable. No impacta a primera vista por su diseño, pero ofrece un interior amplio y práctico, una mecánica eficiente y refinada, y un completo equipo de serie, incluso en seguridad. Se vende con tarifas asequibles (desde 14.850 euros), aunque no tanto como las de anteriores modelos de la marca. Pero mantiene una relación muy competitiva entre precio y equipamiento, y cuenta con la mejor garantía: cinco años o 150.000 kilómetros para el coche y siete años para la mecánica.
Imagen moderna y diseño europeo
El Cee'd sustituye al Cerato cinco puertas y mide 4,23 metros de largo, 11 centímetros menos. Se produce en la nueva factoría de Kia en Eslovaquia y es una alternativa a los Renault Mégane y Peugeot 307. El nombre busca recalcar su origen europeo y lo confirma con el diseño, que refleja los gustos de aquí: se ha realizado entre los centros de Alemania y Corea.
El nuevo Kia no impresiona de entrada por su personalidad, pero si se observa con atención presenta detalles cuidados que confirman su calidad. El frontal en cuña, con la parrilla adelantada y los faros retrasados, recuerda al Fiat Grande Punto, y la rejilla, al Lexus. La línea lateral presenta unos trazos suaves y un escalón en la base de las ventanillas que transmite solidez. Y tanto el faldón delantero como las aletas y la estribera lateral aportan el toque deportivo. Destacan lo bien integrados que están los parachoques, en especial el trasero, que
combinado con un portón moderno remata con gusto la zaga. Y tiene una aerodinámica afinada (CX: 0,33).
Amplio y agradable por dentro
El interior es amplio y está bien resuelto, tanto delante como atrás, con un diseño atractivo y actual, asientos cómodos y materiales vistosos. Y tiene suficientes huecos para objetos (ver página 15).
Pero la calidad se refleja también en el tacto y en la mecánica. Para crear el Cee'd, Kia ha utilizado de ejemplo el Golf, entre otros, y declara una rigidez torsional superior a la de rivales como los Focus, Astra y Mégane, lo que reduce los ruidos, las vibraciones y asperezas al conducirlo. Estrena además unas suspensiones independientes delante y atrás muy bien equilibradas. Y todo esto, unido a una buena insonorización, hace que transmita sensación de refinamiento y permite afrontar los viajes con aplomo, seguridad y confort.
Cuatro motores y tres acabados
El Cee'd está disponible con cuatro motores, todos con cambio manual de cinco marchas. En gasolina se ofrecen un 1.4 de 109 CV (14.850 euros) y un 1.6 de 122 CV (18.200), y en verano llegará un 2.0 de 140 CV y seis marchas. En diésel hay dos 1.6, de 90 y 115 CV (16.150 y 19.700), y a fin de año se ofrecerá un 2.0 CRDi de 143 CV. Se venden en tres acabados, pero el básico Concept incluye ya de serie seis airbags, ABS, aire acondicionado, radio-CD con mandos en el volante, ordenador de viaje, elevalunas delanteros eléctricos y cierre con mando. El Active añade control de estabilidad ESP, climatizador, sensores de lluvia y luces, cargador de CD, elevalunas eléctricos traseros y otros detalles. El Emotion viene con navegador, sensores de aparcamiento y tapicería de tela y piel.
Conclusión
El Kia Cee'd es un familiar compacto coreano que puede competir sin complejos con los europeos. Presenta una línea actual, un interior bien resuelto, una mecánica refinada que gasta poco y un buen equipo de serie. Tiene también la mejor garantía y, aunque no es barato, justifica lo que cuesta.
ACABADOS SENCILLOS Y CUIDADOS
Dentro de su apariencia sencilla, el interior del Cee'd presenta un diseño limpio y cuidado que no desmerece por su calidad de acabado. Presenta detalles refinados, como un volante grueso de tacto sólido, salpicadero en dos tonos y consola central con radio-CD integrada, la carencia más habitual en los coches coreanos. Los materiales son aparentes, aplica plásticos mullidos en las zonas de impacto para reducir lesiones en caso de accidente y presenta un ambiente moderno, con buenos ajustes y detalles metalizados que realzan el conjunto. Sólo desentonan las tapicerías, sufridas, pero un tanto tristes y apagadas. Los asientos delanteros son amplios y tiene un interior desahogado que aprovecha la zona del cambio para integrar dos posavasos, una repisa y un apoyabrazos central con cofres en dos alturas. Además incluye bolsas dobles en las puertas delanteras, portagafas en el techo y una repisa frente al cambio. Las plazas traseras ofrecen suficiente espacio para las piernas y llevan otros dos posavasos retráctiles. El maletero no es muy grande, 340 litros, pero llega a 1.300 si se pliegan los asientos traseros, y dispone de una bandeja compartimentada debajo del piso. La zaga integra bien el portón, que tiene una luneta estrecha y transmite solidez.
MODERNO Y BIEN EQUIPADO
El Cee'd cuesta casi lo mismo que los modelos similares de las marcas europeas más populares, como los Renault Mégane y Citroën C4, y éstos incluyen ya en el precio los descuentos del mes. Así, el primero es 400 euros más barato, pero no viene de serie con el climatizador (350 euros), lo que iguala la diferencia. El C4 es 300 euros más asequible, con un equipamiento casi idéntico, aunque viene con control de velocidad de crucero. Los demás son más caros que el Kia, empezando por el Focus, que cuesta 1.200 euros más, no incluye el ESP (350 euros) y tiene un consumo superior: medio litro más de media. La diferencia sube hasta 1.200 euros si se compara con el Astra, que tampoco viene de serie con el ESP (590 euros), aunque a cambio incluye el control de velocidad de crucero. Pero ninguno de los cuatro ofrece una garantía tan amplia como el Kia.
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