Nam June Paik salva a Corea
Corea se salva en la semana de Arco, gracias a la exposición Nam June Paik y Corea: de lo fantástico a lo hiperreal (abierta en la Fundación Telefónica, hasta el 20 mayo). No sólo la primera antológica que se organiza desde la muerte de Paik el 29 de enero de 2006, sino también la primera realizada exclusivamente con obras conservadas en Corea, nunca antes expuestas en Europa, que reflejan su voluntad de integrar la cultura occidental con la espiritualidad y las tradiciones orientales.
La exposición ilustra su profética visión de la tecnología, así como su clarividente reflexión sobre la sociedad de la información, que influyeron de forma decisiva en la relación entre arte, ciencia y tecnología.
Hay instalaciones, vídeos y pinturas, pero el indiscutido protagonista es el televisor, de todo tipo y dimensión, empleado como elemento plástico para materializar una tortuga o una serie de robot antropomórficos, un altar precristiano o un fresco audiovisual, sus ancestros o una estatua ecuestre.
La filosofía zen, el ying y yang, las doctrinas chamánicas, el concepto de casualidad e inevitabilidad del destino, se combinan con el uso de las tecnologías más sofisticadas, pero también con componentes electrónicos obsoletos, que otorgan a las piezas un aire entre mitológico y de ciencia ficción.
Paik supo anticipar comportamientos, no sólo artísticos sino también sociales: ya en 1963, cuando aún nadie pensaba en la interactividad creó Participation TV, donde los sonidos producidos por el público activaban rayos láser rítmicos; y en 1977 con Nine Minute Live, la primera obra artística colaborativa a través del satélite.
PAIK: www.paikstudios.com
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