El eterno polemista
Broncas con compañeros y técnicos, insultos al Madrid y desplantes jalonan la carrera de Eto'o
Locuaz, simpático y directo, Eto'o es un tipo capaz de agitar su carisma y su acidez en una misma rueda de prensa. Jamás pasa inadvertido. El día de su presentación como jugador del Barcelona, en agosto de 2004, ratificó la vena populista que ya se le conocía de su etapa en el Mallorca: "Voy a correr como un negro para cobrar como un blanco". Y juró: "Ni por mil millones me habría ido al Madrid".
Su fijación con el Madrid ha sido una constante. El 15 de mayo de 2005, durante la celebración del título de Liga en el Camp Nou, empuñó el micrófono y animó al público a que corease su grito: "¡Madrid, cabrón, saluda al campeón!". Un día después pidió disculpas. "Nunca he querido faltar al respeto al Madrid, el club que me trajo a Europa y al que siempre estaré agradecido. Fue un error y pido disculpas. He escupido en un plato donde he comido. Todo el mundo se equivoca", admitió.
"No digo que yo sea el mejor, pero no me veo menos que nadie", dijo al no lograr el Balón de Oro
Una semana después, recriminó a Giuly durante el partido entre el Barça y el Villarreal por marcar en vez de pasarle a él. Eto'o aspiraba al trofeo Pichichi en competencia con Forlán, que le superó en la última jornada. En enero de 2006, durante un partido en el Camp Nou contra el Athletic, Eto'o lanzó un escupitajo a Expósito. "No he hecho nada. No he escupido y, si le he tocado [las imágenes de televisión no dejaron lugar a dudas], le he pedido perdón, pero yo no iba a escupir", dijo.
En octubre de 2005, Camerún quedó eliminada del Mundial porque Wome falló un penalti decisivo en un partido ante Egipto. Eto'o argumentó que decidió no lanzar el penalti porque Wome se lo pidió. El propio Wome respondió a Eto'o. "Dejando a un lado el tono de sus declaraciones, todo lo que ha dicho son mentiras. Nadie quería tirar el penalti, ni Eto'o ni nuestro capitán, porque sabíamos que podríamos fallarlo. Sus declaraciones me sentaron fatal".
En diciembre de 2005, con motivo de la concesión del Balón de Oro a su compañero Ronaldinho en una votación en la que no quedó entre los tres primeros, Eto'o manifestó: "No digo que yo sea el mejor, pero no me veo menos que nadie. Y, si los franceses no están contentos, que se vayan a ver a su madre". Añadió: "Desde que estoy en el Barcelona, dime un jugador que haya hecho más que Samuel Eto'o. He metido más goles que nadie. Eso no quiere decir que sea mejor que nadie, pero los números están ahí y hablan por sí mismos. ¿Envidia? A Ronnie lo quiero tanto como a mi hermano y cuando leo esas cosas me río".
En julio del año pasado, el jugador camerunés pidió una semana más de descanso alegando que se encontraba cansado. Sin haber disputado el Mundial, fue el jugador de la plantilla azulgrana que gozó de más tiempo de vacaciones: 64 días. Durante el partido de vuelta de la Supercopa de España, en agosto, frente al Espanyol, abandonó el estadio enfadado tras haber sido sustituido por Gudjohnsen durante el descanso. Ni siquiera se quedó para celebrar el título.
Las polémicas vienen de antiguo. En diciembre de 2001, cuando jugaba en el Mallorca, protagonizó un altercado con Luis Aragonés. El ahora seleccionador le sustituyó en un partido ante el Zaragoza y, mientras el jugador camerunés protestaba, le zarandeó y estuvo a punto de agredirle. Mucho antes, en 1999, cuando pertenecía al Real Madrid y estaba cedido en el Espanyol, fue sancionado por negarse a entrenarse alegando que el técnico, Miguel Ángel Brindisi, no contaba con él.
Polémicas al margen, Eto'o se ha revelado como uno de los más destacados luchadores contra el racismo en el deporte. Hace un año, durante un partido en La Romareda, estuvo a punto de abandonar el terreno de juego debido a los insultos racistas que le dedicó el público. "Me voy, me voy. No aguanto más", le espetó a Álvaro, brasileño negro del Zaragoza, antes de dirigirse a los vestuarios. "Espera, vamos a darles otra oportunidad", quiso convencerle el colegiado. No lo logró. Hecho una furia, Eto'o se fue con paso decidido al vestuario y entonces sus compañeros le rodearon. "Si tú te vas, yo, también", le dijo Ronaldinho. No fue el único. Carlos Naval, delegado del Barça, asegura que varios azulgrana le habrían seguido. Rijkaard y el que entonces era su ayudante, Ten Cate, con el permiso del colegiado, entraron en el campo. "Quédate y mete un gol", le pidió Cate a Eto'o; "sólo podemos luchar contra esto, ganando. Tenemos que ser más listos que ellos". La frase fue definitiva y la reacción del Barça fulminante.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.