Robbie Williams, en desintoxicación
La estrella del pop británica Robbie Willliams volvió ayer a unir su nombre a la larga lista de celebridades que en algún momento de su vida dejan de lado el glamour para enfrentarse a la triste realidad de sus adicciones a la química. "Robbie Williams ha sido admitido hoy en Estados Unidos en una clínica para tratar su dependencia a los barbitúricos. No haremos más declaraciones sobre el tema", anunció el responsable de sus relaciones públicas desde Londres. El cantante, que ayer cumplía 33 años, ha vendido 65 millones de discos desde que en 1995 decidió abandonar el grupo Take That, con el que se convirtió en ídolo de adolescentes. Sin embargo, los millones de dólares que se ha embolsado gracias a la música no han sido la receta de la felicidad. Según su ex novia, la modelo Lisa D'amato, Williams dependía de los antidepresivos para afrontar el día a día. "Parece estar muchas veces al límite", declaró recientemente la joven. No es la primera vez que el cantante ingresa en un centro de desintoxicación. Tras su salida de Take That, Williams se sometió a un tratamiento para dejar la cocaína y el alcohol. Y aunque según D'Amato el artista ya no bebe, no parece estar muy bien de ánimos y depende de los antidepresivos. Recientemente canceló parte de la gira mundial de promoción de su último disco, Rudebox, por problemas de estrés. A ello se une además la decepción por la floja acogida que ha tenido este trabajo en el mercado discográfico. Por primera vez en su carrera, Williams no está entre los candidatos a los premios británicos de la música, conocidos como los Brit Awards, que se fallan hoy en Londres.
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