Telegenia
Amélie Nothomb, en Ácido sulfúrico, hace una sátira extrema de los reality shows. Es una pieza breve, inverosímil, pero contundente. Los culpables de la ignominia televisiva que narra son tanto sus fabricantes como el poder político que la tolera y los espectadores que la sustentan dándole felices índices de audiencia. "Los espectadores autorizan y, por tanto, crean la perversidad de todos los demás". El reality consiste en secuestrar paseantes de París y encerrarlos en un campo de exterminio donde todo es visible: la tortura, el asesinato. Una de sus víctimas, la heroína, se plantea como humilde instrumento de combate no ser telegénica. No mostrar dolor ni angustia. Permanecer altiva bajo la tortura. Inútil. También eso da espectáculo y gusta.
Lo que no logra la chica de la novela lo están consiguiendo los encerrados de Tele 5 y Antena 3. Una involuntaria falta de telegenia. Los programas han sido facturados a la madrugada. El lunes a las 0.30, en el debate sobre La casa de tu vida, la claque intentaba escarbar en las anodinas rencillas de los huéspedes. Buscaban algo que diera que hablar. Sin éxito. Unan1mous fue enviado a la 1.30 del lunes y duró apenas una hora. No parece que la emisora tenga interés en que se vea, pero tampoco en que se acabe pronto porque el premio sería demasiado sustancioso. Ayer rondaba los 600.000 euros. El final lo fijan los concursantes. Cada segundo que pasa pierden un euro del millonario premio inicial, y sólo acabará cuando consigan otorgar por consenso el menguante premio a uno de ellos... o se queden sin dinero. Ayer expulsaron a una jugadora. Siendo menos tienen más fácil la unanimidad, pero la emisora no les propuso ninguna votación para intentar alcanzarla. La supuesta gracia del juego consiste en un empleo astuto de la mentira y el cerebro. Hay un gigoló, una ladrona y un jugador profesional de cartas, entre otros. Los del casting debieron creer que si pinchaban en las maniobras inteligentes, por lo menos habría bronca. Pero las querellas dentro del búnker son de tan bajo techo que aburren. ¿En qué consistirá la telegenia?
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