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Reportaje:

Especialistas en lujo y nichos

Bergé se consolida como uno los grandes distribuidores automovilísticos

Hubo una época en que muchas marcas de automóviles utilizaban empresas ajenas para la importación y la distribución de sus vehículos en países cuyo mercado no justificaba las inversiones que requería su implantación con todas las de la ley. El Grupo Bergé comenzó sus actividades automovilísticas en 1985 coincidiendo con la entrada de España en la CEE y la liberalización de las importaciones de terceros países. Nació de la mano de Toyota y de Chrysler, marcas que perdieron posteriormente, lo que les obligó a reaccionar.

Se encontraban ante una situación difícil a la que hicieron frente, según su consejero delegado, Fernando D'Ornellas, "primero con la internacionalización y después con la apuesta por Corea como país de volumen".

La medicina les ha dado unos resultados excelentes hasta el punto de haberse convertido en uno de los seis mayores grupos de distribución con presencia en siete países, en los que representan a 22 marcas, y una red independiente de más de 500 concesionarios que les ha ayudado a facturar durante el último ejercicio más de 2.000 millones de euros. En 2006 movieron 105.000 automóviles y este año esperan superar los 120.000.

Su vocación latinoamericana no ha impedido sin embargo que en el mercado español, que registró una caída de casi el 2%, Bergé Automoción amentara sus ventas un 11%, apoyado fundamentalmente en las matriculaciones de Lexus y SsangYong.

El reparto actual de las ventas es del 70% en España y el 30% en el exterior, algo que esperan cambiar en los próximos años hasta el 55%-45%. Para ello tienen previsto aumentar su presencia a corto plazo en dos zonas nuevas: América Central y Caribe, pero sin renunciar a la fortaleza del mercado nacional. "Tenemos que ser fuertes en España para ser una empresa fuerte", señala D'Ornellas.

Gestión de divisas

Su presencia internacional ha alcanzado tal calibre que la gestión de su departamento de divisas resulta fundamental para su balance. "Manejamos más de 10 divisas, pero las que más nos afectan son el euro, el dólar, el wong, el yen y el real brasileño por las compras que hacemos allí a Fiat y que distribuimos en tres países.

México va a ser otra de sus plataformas más importantes, "un país con un volumen de ventas casi tan importante como España", junto con una estrategia que llevan varios años preparando y que supone la implantación en Latinoamérica de automóviles fabricados en China. Empiezan este año con las marcas de SAIC y Chery en Chile y Perú, y se irán extendiendo al resto dando tiempo a los fabricantes chinos de adaptar su tecnología a las exigencias medioambientales europeas.

India y China se van a convertir en sus grandes proveedores a medio plazo complementando el papel actual de Corea.

De puertas adentro, uno de los principales activos de Bergé Automoción ha sido su capacidad para compaginar el desarrollo de marcas de volumen como Toyota, Chrysler o ahora Hyundai con otras más exclusivas: Rolls Royce, Ferrari, Bugatti...

"Cuando empezamos con Hyundai era una marca incipiente y la hemos convertido en una marca de 45.000 unidades en España", comenta Fernando D'Ornellas, al mismo tiempo que reconoce que "siempre hemos hecho las dos cosas: desarrollar marcas incipientes y posicionar marcas de nicho y de lujo. Somos especialistas en eso".

Otra de sus grandes bazas ha sido los acuerdos alcanzados con socios que le han aportado un importante valor añadido. El último de ellos es el alcanzado con Santander Consumer Finance por el que se creará una nueva sociedad mixta, Santander Consumer Chile, dedicada a la financiación del consumo, tanto en el ámbito automovilístico como en el de bienes de consumo duradero o tarjetas de crédito.

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