El Bernabéu estalla

El deterioro del Madrid ha llegado a tal extremo que la hinchada se giró ayer de manera airada contra el palco y sacó a volear los pañuelos contra el banquillo. Alcanzada la paz institucional a corto plazo por intervención judicial y reseñada la autoridad del entrenador por mandato presidencial, ya no hay dudas sobre la responsabilidad del problema. Así son las cosas en el fútbol.

Las derrotas más crueles se producen en las tardes que se presentan más felices y anoche el Bernabéu se había pintado de fiesta para recibir a los peñistas en el partido 1.000 del campeonato del equipo en casa. La jornada invitaba a tomar aire y resultó que el Madrid sumó su séptima derrota, la tercera en su cancha, frente a un adversario en posición de descenso. Al fin y al cabo, también el Recreativo y el Celta han salido triunfadores de Chamartín. Al Levante le alcanzó con un penalti de Salva porque el Madrid está tan cegado de cara a la portería que pasa por la peor racha goleadora de los últimos 23 años.

Víctima de un rosario de adversidades y debilitado por una concatenación de decisiones futbolísticamente inadmisibles, como el ninguneo de Beckham y el desprecio hacia Ronaldo, el plan de Capello fracasó con estruendo en un partido en el que se le pedía que ganara con la gorra. Tiró el entrenador de la cantera y el Madrid se extravió en la cancha en un ejercicio de impotencia que coloca al técnico en una posición muy delicada.

Igualmente estéril resultó el partido del Sevilla, que, después de perder con el Mallorca, no pasó del 0-0 con la Real Sociedad en el Sánchez Pizjuán. Flojea el Sevilla, precisamente cuando el Betis va contando puntos, y remonta el Valencia, que noqueó al Atlético y sumó su séptimo triunfo en ocho jornadas después de un encuentro de corte muy vigoroso y táctico, a gusto de un entrenador tan perfeccionista como Quique Flores.

Aunque los resultados invitaban al Barça a estirar la clasificación, el líder continúa contado empates. Ayer sumó el séptimo en Pamplona después del primer 0-0. No ganan los azulgrana en cancha ajena desde el 19 de noviembre, en Mallorca. Ni la reaparición de Eto'o en el tramo final del encuentro, después de 129 días de ausencia, animó al Barcelona, falto de Ronaldinho.