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Reportaje:

Moda muy desigual

Concluye la Semana de Valencia entre el balance oficial triunfalista y el oficioso, muy irregular

La última jornada de desfiles dio ayer una conclusión de la Semana de la Moda de Valencia muy comercial y poco imaginativa. Las leyes del mercado son implacables, si hay demanda la oferta se crea. Aunque no se crea en ella. Calidades contrastadas, pocas tendencias, facturas impecables pero de un más que dudoso gusto. Unos desfiles predecibles, y alguno perfectamente prescindible e incluso perjudicial para el prestigio de la cita valenciana.

El balance de la Semana de la Moda también se presenta poco equilibrado. Mientras que el presidente del comité organizador, Jaime Gómez, de la Consejería de Empresa, realizaba un balance muy positivo y confirmaba su continuidad en el Museo Príncipe Felipe "o en su lugar el Ágora de la Ciudad de las Artes y las Ciencias", algunos de los diseñadores de la asociación valenciana (PIV) dejaban claro su descontento. Esto conduce al eterno tema de las ayudas oficiales, y qué es lo que se hace con ese dinero. Los diseñadores exigen ayudas, y las instituciones las conceden. Sin embargo, para algunos de los diseñadores, no se ven los resultados.

Para el vicepresidente de la PIV, el diseñador Álex Vidal "la Semana de la Moda ha sido un éxito rotundo" pero, reconoce que hace falta un comité de moda que seleccione a los participantes en la pasarela. Y es que en esta semana se ha visto de todo. Algunas gratas sorpresas como las de Nona, mucho más madura y radical; Álex Vidal Jr., con su colección de hombre; Tonuca, y su simpleza estética. Pero también, muchas desilusiones. Aunque en general el nivel ha "mejorado mucho", en opinión de Álex Vidal.

Pilar Vidal abrió la última jornada. Sus Lolitas aparecieron con bastante economía de medios, y un escasísimo vocabulario e imaginación. Por la tarde fue el turno de los peleteros de Pielval. Unos trabajos que calibran en positivo su sentido del mercado y pero olvidan completamente el rigor de las tendencias.

Y a veces del buen gusto. De las fantasías en pelo largo a los vaqueros más gays a este lado de la pradera desde Brokeback Mountain. La ley de la calle. A continuación, Miquel Suay reivindicó la vuelta del dandy, más bien del Varón Dandy, en una colección llena de transparencias para hombres, chaquetas plateadas, y jerséis de pedrería. Sin palabras. Presen Rodríguez, y su tercera vía (la versión laborista de la Alta Costura) presentó un trabajo muy bien elaborado, con unos acabados muy cuidados, y con una elegancia contenida en su línea de día, pero con excesos y pretensiones estéticas en su colección de noche. Presen coquetea con una gama de colores muy suaves y con las diversas tonalidades del oro. La mini se alterna con los largos en un trabajo uberfemenino. Juan Andrés Mompó, con su refinamiento y gusto donde no caben las gratuidades, ajustando sus siluetas con detalles convertidos en estilo, y Marta de Diego, pusieron punto final a esta desigual pasarela.

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