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Llegó el invierno, la nieve y el frío

Es difícil recordar un año en el que la primera gran nevada, en buena parte de Europa, haya llegado prácticamente en febrero.Pero así ha sido. Por fin hay nieve y hielo, y los macizos montañosos empiezan a tener la imagen de un paisaje blanco, invernal. Sin ser un gran temporal, al menos ha servido para que las temperaturas se sitúen en valores apropiados a la estación fría del año, aunque queda mucha nieve por caer para que la situación se normalice. Una cosa es irreversible. Las estaciones de esquí ya no podrán recuperar las pérdidas económicas de los dos primeros meses invernales por la falta de nieve. Las nevadas de la pasada semana despertaron las ganas de muchos esquiadores que contemplan el final del invierno con muchas expectativas. Por primera vez en el curso, la totalidad de las estaciones de esquí están abiertas, excepto Tavascan (Lleida). Y especial atención a las pistas de Cantabria y las de la sierra madrileña, que tienen grosores de nieve que superan el metro.

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