Precario equilibrio
El francés Jean-Marc Bustamante utiliza su experiencia como fotógrafo para realizar ahora unos cuadros con formas abstractas pintadas sobre superficies transparentes.
Esta muestra es en realidad un resumen o una versión abreviada de la exposición que con el mismo título realizó Jean- Marc Bustamante en la Kunsthaus de Bregenz, en Austria, durante el invierno del año pasado. Y aunque por esta razón faltan trabajos cruciales, como Lava I y sobre todo Dispersion, los expuestos son suficientes para hacerse una buena idea de lo que está haciendo el artista francés luego que una seria crisis personal le obligara a ralentizar su trabajo en 2004.
JEAN-MARC BUSTAMANTE
Galería Helga de Alvear
Doctor Fourquet, 12. Madrid Hasta el 3 de marzo
Trabajo dedicado a la generación de esculturas y de cuadros pintados sobre cristal o plexiglás, según una estética que podría leerse como de "enfriamiento" de la herencia informalista o la recuperación de las vertientes más líricas del expresionismo abstracto, a lo Clyfford Still o a lo Sam Francis. El título de la muestra, Beatifuldays, deja también las puertas muy abiertas a la conexión de esta fase con el ideal matissiano de "lujo, calma y voluptuosidad".
Pero aun reconociendo la posibilidad de esta clase de asociaciones, Bustamante insiste en tomar distancia de las mismas por dos motivos principales. El primero consiste en que, pese al carácter abstracto de sus piezas actuales y de los soportes en los que se despliega, su obra sigue manteniendo una relación muy intensa con la fotografía, que para él sigue siendo el corazón y la matriz de su trabajo actual. Y lo es porque él ha sobrepasado el campo de las imágenes habituales para adentrarse en el dispositivo fotográfico. O sea, en los encuadres, la luz, los procesos y los materiales que hacen posible la fotografía pero que tienden a desaparecer en el resultado final de la misma. La segunda razón por la que Bustamante se mantiene a distancia de las asociaciones directas con Matisse -a quien sin embargo admira enormemente- es que su trabajo, y específicamente su pintura, no pretende regirse por la búsqueda de la armonía y el equilibrio. Él, por lo contrario, quiere que en sus piezas no falten ni el caos ni los conflictos que atenazan o cercan nuestras vidas y que si en ellas se alcanza un cierto equilibrio, desea que quede bien claro que ese equilibrio es precario, inestable. Siempre susceptible de romperse.
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