Fondo poco estable

La apertura a la baja de la Bolsa de Nueva York hizo caer en esta última sesión a los mercados de valores europeos y puso de manifiesto la fragilidad de los argumentos que manejan analistas e inversores.

La sesión comenzó con ganancias en toda Europa en lo que debía ser un día sin sobresaltos, al no esperarse noticias económicas importantes y estar los mercados libres de las presiones de los contratos de futuros. Hasta el momento de la apertura de Nueva York, las ganancias acumuladas por el Ibex 35 le habían llevado hasta un nuevo máximo histórico intradía con 14.500,40 puntos, nivel que por circunstancias ajenas se ha convertido en una sólida resistencia para la Bolsa española. En apenas dos horas los inversores se vieron obligados a desmontar posiciones sin tener muy claras las razones para hacerlo, salvo el temor a registrar las primeras pérdidas del año, y el Ibex 35 cayó casi el 1% desde los máximos para cerrar en 14.359,70 puntos y un recorte del 0,27%.

La decisión y rapidez con que los inversores pusieron el papel a la venta contrasta con las recomendaciones de algunos análisis que, ayer mismo, mejoraban el precio objetivo de tres de los grandes valores españoles, SCH, BBVA y Telefónica, al tiempo que se habla abiertamente de una posible mejora del precio de la OPA de E.ON sobre Endesa. Curiosamente, esta última posibilidad obtuvo mayor credibilidad y los títulos de Endesa no sólo llegaron a superar los 38 euros, sino que fue de los pocos valores que lograron terminar la sesión con ganancias.

La contratación en el mercado continuo no se vio favorecida por este movimiento de ida y vuelta y el total se quedó en 5.603,04 millones de euros, casi 5.000 millones menos que el pasado viernes, y con 3.845,73 millones en operaciones del "mercado abierto", las que tuvieron a su cargo las oscilaciones de los precios.