La batalla por la actualización del censo de militantes
Las cifras reales de la militancia, que determinan posteriormente el número de compromisarios destinados a elegir los cargos internos o a defender las distintas estrategias políticas, suponen un motivo de discusión en todos los partidos. EA no ha sido una excepción, como demuestra el que todavía ayer, antes de iniciarse el congreso extraordinario para clarificar una cuestión pendiente desde hace años, los dos sectores enfrentados discutieran la inclusión de 13 compromisarios más. Su origen correspondía a un "dudoso recuento", al aplicar la regla de la mitad más uno de representación, según protestaba el sector guipuzcoano.
En cualquier caso, la cuestión de fondo de este congreso también ha sido la batalla por conocer el censo real de afiliados, al que los críticos aseguran no haber tenido acceso. De ahí que se hayan multiplicado las denuncias de que no ha sido moficado en años y exigiendo su actualización. La Comisión de Garantías no ha parado de trabajar porque, desde el día en que Begoña Errazti anunció la celebración de congreso hasta ayer, le han llovido las impugnaciones.
Esta queja también fue recordada por el líder de los críticos, Iñaki Galdos, en el momento en que admitió su derrota. A la vez que prometía defender la unidad y cohesión internas, Galdos quiso hacer una consideración: "Seguiremos trabajando para que se depuren las listas de afiliados, que en muchos municipios están infladas". El dirigente guipuzcoano aclaró, no obstante, que con esa afirmación no cuestionaba su derrota, pero advertía de que "una serie de irregularidades han condicionado el resultado".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.