Burning rentabiliza su leyenda en formato acústico

La que fue una de las bandas seminales del rock español repite formación desde la muerte del guitarrista Pepe Risi en 1997. Johnny Cifuentes, único superviviente de la formación original, decidió registrar la marca en 1982, cuando el cantante Antonio Martín meditaba trasladar el grupo a Euskadi. 33 años después de dejar la Cooperativa del Taxi de Madrid, Cifuentes, que el sábado tocó en Santiago, se ha ganado las rentas del revival.

Los Burning de ahora ya no salen a tocar vestidos de chica, con el rostro enjalbegado, y nadie les pone una pistola en la cabeza cuando reclaman el dinero de un bolo. La gira de Dulces dieciséis, una revisión acústica de 16 de sus mejores temas, se prolonga desde finales de 2005. Hace cinco años que no editan temas nuevos y Cifuentes, visto de espaldas, parece el mánager de Maradona. Sin embargo, a la llamada de Johnny, último representante de la formación inicial de Burning en 1974, acudió el sábado en la Sala Capitol una mezcla heterogénea de gallegos de entre 20 y 50 años: lleno total.

Lo que queda de Burning, durante mucho tiempo Shangrilá del rock español, volvió a superar con creces la condena del revival con un ramillete de canciones compuestas en su mayoría antes de las Olimpiadas de Los Angeles. Eduardo Pinilla (guitarra), Carlos Guardado (bajo), Kacho Casal (batería) y Cifuentes, piano y voz, recrearon lujosamente la historia

del grupo, con sus canciones de factura stoniana sobre ex convictos, afterhours semirrurales, mujeres y hombres fatalizados por el contexto y frutas amargas de la época en la que Lou Reed se publicitaba como heroinómano sin ser cierto: Madrid, Jim Dinamita, Qué hace una chica como tú en un sitio como éste y Como un huracán centraron la primera parte del concierto.

Lo mejor vino después, con la emotiva versión de Las chicas del drugstore, una de las composiciones más brillantes de Risi. El grandes éxitos acústico, al gusto de los internautas de burningmadrid.com, continuó con Lujuria, Esto es un atraco, Mueve tus caderas, No es extraño y Nena, ya con los más jóvenes celebrando cualquier gesto del pianista. El último bis fue para Corazón solitario, y ahí acabó la jornada. Si las lesiones respetan a Johnny Cifuentes, los profesionalizados Burning vivirán tranquilos.