Subasta por Pau Gasol

Hierve Memphis. Beale Street, la calle que mitificaron Elvis Pressley, B.B. King y tantas otras figuras del blues y el rock en los sesenta, suele congregar de tarde en tarde un río de aficionados al baloncesto camino de la desembocadura en el flamante Fedex Forum, de cuya fachada pende una gigantesca imagen del icono de los nuevos tiempos. Es Pau Gasol. Pero, a base de derrotas, empieza a cundir el desánimo más que la desafección -los partidos suelen congregar a más de 14.000 espectadores-. El cambio de entrenador -Tony Barone relevó a Mike Fratello- no ha servido para frenar el desplome de un equipo que, aupado por Gasol, disputó las eliminatorias por el título los dos últimos años. Los rumores se propagaron hace unas semanas cuando se hizo patente que los últimos fichajes, en lugar de ayudar a crecer al equipo, lo están devolviendo a las catacumbas de la clasificación: es el peor de la NBA con 10 triunfos y 31 derrotas. Se hace evidente la necesidad de un golpe de timón. No hay muchas más alternativas que intentar poner a subasta a Gasol, el único jugador por el que varios equipos están dispuestos a ofrecer la cantidad de jugadores de calidad que necesita como agua de mayo el equipo de Tennessee.

El dueño de la franquicia, Michael Heisley, respondió con un "intocable" a las primeras tentativas de los Celtics y los Nets por Gasol. Sin embargo, el presidente de los Grizzlies, Jerry West, ya ha prospeccionado algunos clubes entre los que están los Bulls. El equipo de Chicago, sin embargo, ya sabe lo mucho que exige West por una joya como Gasol, All Star la pasada temporada y líder incontestable del equipo. Luol Deng, un ala pivot de 21 años, y Ben Gordon, un base de 23 años, son las piezas apetecidas por West. Son nada menos que los dos mejores anotadores de los Bulls. Y a ellos, habría que añadir también a Hakim Warrick, un veterano pívot con estadísticas mucho más discretas.

En los Bulls no seduce la idea de semejante canje pero la negociación está apenas iniciándose. Sin embargo es muy significativa por cuanto que desvela que los Grizzlies empiezan a considerar seriamente un futuro sin Gasol. La liebre se ha levantado. El pívot español, mientras, continúa brillando pese las constantes derrotas de su equipo. La última se produjo en la pista de Los Angeles Clippers por 112-91, con 27 puntos y 7 rebotes de Pau. Sus observaciones tras el partido delatan su estado de ánimo. "Fue como si no hubiésemos estado en el partido, comenzamos a comportarnos de una manera egoísta y perdimos la intensidad en las acciones", declaró.