"Me lo paso bien en la cárcel"

"Yo me lo paso bien en la cárcel", le contestó Pierre Muñoz, uno de los cuatro presuntos asesinos de los narcos Ricardo Feijoo y de José Angel Abal cuando la hermana de éste le gritó : "Que te pudras en la cárcel". Los detenidos abandonaban en ese momento el juzgado de Cambados, donde la jueza les notificó ayer el procesamiento por su participación en el doble crimen perpetrado el 2 de diciembre de 2005.

Según todos los indicios, el doble asesinato perpetrado hace ahora un año en un molino abandonado de Castrelo, en Cambados, fue un ajuste de cuentas por una deuda entre narcotraficantes.

Esposados y rodeados de fuertes medidas de seguridad, los procesados llegaron a las dependencias judiciales donde les esperaba la madre de José Angel Abal, vestida de riguroso luto y con la foto de su hijo prendida en la solapa.

José Manuel Lata Couceiro, de A Coruña, entró el primero en el juzgado. Se le acusa de complicidad en los asesinatos y de haber alquilado el Seat Ibiza que utilizaron los presuntos autores del doble asesinato para desplazarse al lugar del crimen. Al empresario vasco José Manuel González Lacunza, que ocultaba la cara con una chaqueta, se le considera el inductor, y los vasco franceses Pierre Muñoz y Iohan Piedagnel los ejecutores materiales. Un testigo, que luego se desdijo de su declaración inicial, había identificado a Piedagnel como la persona que compró la gasolina con la que prendieron fuego a las víctimas.

Mientras subía al furgón que les trasladaría de nuevo a la cárcel de A Lama, y dirigiéndose a los familiares de José Angel Abal, Piedagnel dijo alto y claro: "No tengo nada que ver con todo esto". "Pues di quiénes han sido", le contestó la hermana de José Ángel Abal Feijoo.

Nuevas pruebas

Fuentes próximas a la defensa de los acusados adelantaron ayer que van a solicitar que se practiquen nuevas pruebas que podrían dar un vuelco en la investigación, incluso la excarcelación de alguno de los detenidos. El auto de procesamiento dictado por Irene Roura, titular del juzgado número 1 de Cambados, se extiende a otros tres implicados sobre los que pesa una orden de búsqueda y captura. Se trata de dos individuos de nacionalidad brasileña que supuestamente colaboraron en el traslado de las víctimas al lugar donde quemaron sus cuerpos, después de recibir sendos disparos en la cabeza, y de Javier Díez Piñeiro, vecino de Cambados, quien supuestamente ideó y guió a los presuntos asesinos hasta el molino donde aparecieron los cadáveres.

El asesinato de Ricardo Feijoo, de 30 años, y de su primo José Angel Abal, de 27, causó gran conmoción en la comarca de Arousa. Ambos fueron secuestrados en la casa del primero, en presencia de su familia Según las investigaciones practicadas por la Guardia Civil durante el último año, una deuda por cocaína pudo ser el desencadenante del ajuste de cuentas más sangriento entre bandas de narcotraficantes que se ha producido en los últimos años en la ría de Arousa.