La Comisión de la Dignidad pedirá que se acelere el retorno de los 'papeles' que permanecen en Salamanca

La Comisión de la Dignidad pedirá al Gobierno central y a la Generalitat que se aceleren los trabajos que han de concluir con la vuelta a Cataluña de la documentación aún depositada en el Archivo de la Guerra Civil de Salamanca, parados, según ellos, desde el pasado mes de septiembre. El abogado e historiador Josep Cruanyes, miembro de la comisión, dijo ayer que ésta no entiende la "parada que vive el proceso, desde el pasado mes de septiembre en el que concluyó la fase de identificación" de los documentos.

El consejero de Cultura, Joan Manuel Tresserras, pedirá a la ministra de Cultura, Carmen Calvo, en una reunión prevista para la próxima semana, que se agilice la vuelta de los papeles.

El trabajo de identificación, que fue realizado por archiveros contratados por la Administración catalana, ha permitido catalogar documentos que ocuparán 1.500 cajas, tres veces más que las retornadas en enero de 2006. Una comisión mixta de las dos Administraciones tendrá que validar los papeles clasificados por los técnicos catalanes, paso previo para la digitalización de toda la documentación, que se alargará seis o siete meses.

Cruanyes afirmó que "no es comprensible que no se haya reunido todavía la comisión, ya que estamos hablando de un proceso técnico y no político, que si bien se pudo ver afectado por el cambio de Gobierno tras las elecciones del 1 de noviembre, han pasado desde entonces dos meses y todavía no ha habido reunión".

Cruanyes justificó la prisa en el hecho de que muchos de los documentos pertenecen a personas vivas y en que "tiene que ser a ellos a los que se les devuelvan los papeles y no a sus nietos". El historiador recordó al cartelista e ilustrador Ramon Fontseré, recientemente fallecido y cuyos papeles y carteles continúan aún en Salamanca.

La preocupación por el retorno de los documentos pendientes se ha hecho evidente al cumplirse un año, ayer, de la salida del primer envío a Cataluña. La inauguración de una exposición en el Archivo de Salamanca, en la que ha colaborado la Generalitat, ha contribuido a reavivar la polémica. La muestra, anunciada con el título de El archivo de la Guerra Civil, ha pasado a denominarse El archivo de la memoria rota. En ella se incluye la visión -y regalo a todos los visitantes- del documental Historia de un expolio, en alusión al proceso que concluyó con la salida de documentos del archivo salmantino hacia Cataluña el 19 de enero de 2006. Cruanyes afirmó que "es normal que haya opiniones dispares, pero no una manipulación tan horrorosa y descarada de la realidad, que descalifica a los organizadores de Salamanca por los subterfugios empleados". Para Cruanyes, "la Generalitat debería pedir, como mínimo, una explicación de las circunstancias que han llevado al cambio de denominación de la exposición".

Cruanyes rebatió uno de los objetivos de la muestra -que no todos los papeles son de Cataluña- con un ejemplo: un documento proveniente de Torreagüera, Murcia, es un certificado dirigido a la Generalitat para solicitar un aval de tránsito por Cataluña hasta la frontera francesa durante la Guerra Civil. Por lo tanto, "es un documento perteneciente a la Administración catalana de la época".