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Tribuna:BALONMANO | Mundial de Alemania
Tribuna
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El futuro empieza hoy

El futuro de cualquier deporte se construye en el día a día, pero los grandes escaparates son los que permiten los saltos cualitativos. Las gentes del balonmano se caracterizan por su capacidad de trabajo, por su consistencia ante la adversidad y por su inteligencia práctica, pero se saltaron las clases de márketing.

Es difícil establecer las causas del oscurantismo tradicional de este deporte. De entrada, es un deporte joven, ya que sus primeras competiciones de cierto nivel se iniciaron a mediados del siglo XX. Los principales impulsores internacionales, además de los suecos, que se toman el deporte como forma de vida, pero no de negocio, fueron los países del bloque del Este, cuyos objetivos fueron claramente de propaganda política. Rumania, la República Democrática de Alemania, Checoslovaquia, Rusia, Yugoslavia..., fueron los grandes dominadores del balonmano hasta bien entrados los años 90 y, evidentemente, no se preocuparon de las leyes del mercado occidental.

La selección española, que defiende el título, ha enriquecido su juego ofensivo
El torneo es una apuesta fuerte y decidida para cerrar el pasado. La NBA ha llegado a este deporte

Mientras tanto, el fútbol y el baloncesto, de mayor tradición y peso, evolucionaban en la próspera Europa y en el potente Estados Unidos hacia la cultura del deporte espectáculo y de los medios de comunicación. Y la brecha se abrió. Fútbol aparte, no existe justificación deportiva para la diferencia entre el seguimiento global que tiene el balonmano y la que tiene el baloncesto, por ejemplo.

El Mundial de Alemania es una apuesta fuerte y decidida para cerrar el pasado. Una gran organización, pabellones de última generación con aforos de hasta 19.000 espectadores y un espectacular despliegue de recursos y medios deben constituir el mejor escaparate de la historia para los grandes equipos y los grandes jugadores. La NBA ha llegado al balonmano.

- Espectadores. Alemania 1982: 141.000. Japón 1997: 288.500. Egipto 1999: 507.800. Francia 2001: 323.000. Portugal 2003: sin datos. Túnez 2005: 324.000. Alemania 2007: se espera que sean 700.000.

- La etapa española más brillante. España lleva anclada en la élite del balonmano desde los años 90, pero el gran triunfo llegó en el último Mundial, el de Túnez 2005. La etapa de Juan Carlos Pastor está siendo la más brillante de la selección española, con un oro mundial y una plata europea (2006), a pesar del mal sabor de boca de la reciente Supercopa en Alemania (2006).

- Barrufet y Hombrados. La portería es clave en el balonmano y ambos porteros son una garantía. Juan Carlos Pastor ha sido el primer seleccionador en darles la misma categoría. No hay titular ni suplente. Esto es un refuerzo para Hombrados, el teórico suplente. Barrufet empieza a mostrar algunos altibajos, aunque siempre está en los partidos importantes.

- Rodríguez y Raúl Entrerríos . Chema Rodríguez es el único central nato. Los directores de juego son la especie más protegida del balonmano por su escasez. Él representa la esencia de su puesto. Piensa en colectivo, juega tanto con los laterales como con el pivote y ha mejorado en la gestión de los ritmos de juego. Tiene además lanzamiento a media distancia y capacidad de penetración. Habrá que dosificar su presencia a lo largo de la competición para que llegue fresco a los cruces. Su alternativa natural es Raúl, que nunca ha dado lo mejor con la selección, aunque debería dar el salto ya. Es competente para ello.

- Romero y Alberto Entrerríos. Son los dos grandes referentes de la primera línea y están en el mejor momento de su carrera deportiva. Alberto, el más completo, llega en una excelente forma y puede jugar en varias posiciones. Puede ser su Mundial. Romero es el jugador más competitivo del equipo. A pesar de sus problemas físicos y de alguna limitación técnica, es el atacante más determinante del mundo. Deberá dosificar su lucha para los momentos críticos.

- Uríos, Garabaya y Pérez. Uríos y Garabaya forman probablemente la mejor pareja de pivotes de la historia del balonmano español. Uríos sólo actúa en el ataque para proteger su condición física y su espalda. No sé cuánto durará, pero disfruten del mejor pivote del momento. Nadie tiene su capacidad de finalización en el área y se entiende muy bien con Entrerríos y Rodríguez. Garabaya es un pivote grande con buena condición motriz. Ataca y defiende con mucha solvencia. Pérez aportará su consistencia defensiva.

- Garralda. Belaústegui y Lozano. El aspecto más débil del ataque está en la zona de los zurdos, donde no habíamos tenido problemas en las últimas generaciones. Siempre había dos excelentes jugadores (Novoa y Uría en los años 80; Garralda y Urdangarín, en los 90). Mateo Garralda, que ha cubierto con éxito casi cuatro periodos olímpicos, no puede llevar ya el peso durante todos los partidos. Ha perdido intensidad, pero la aprovecha mejor. Corre menos riesgos físicos individualmente, pero juega mejor colectivamente. Belaústegui, que suple la baja de última hora de Puig, lleva prácticamente dos temporadas sin jugar. Es un lanzador de extraordinaria potencia, pero le cuesta entrar en la dinámica del juego colectivo y, además, no defiende. Puede que Lozano, en su madurez deportiva, tenga que jugar también en la derecha.

- Juanín García, Davis, Tomás y Roberto García. Los extremos siempre han sido valores seguros en el balonmano español. Juanín García, David Davis, Víctor Tomás y Roberto García reúnen velocidad y lanzamiento, aunque hay diferencias entre ellos. Juanín, excelente heredero de Guijosa, es el más completo de todos y parece que ya ha superado la crisis de su primer año en Barcelona. Davis ha mejorado en el lanzamiento y mantiene su rendimiento en las defensas profundas (jugará mucho para proteger a los centrales). Tomás y Roberto son una incógnita con la selección. Esperemos no echar en falta a Rocas (¡único!, ¡qué lástima su ausencia!).

En definitiva, cuatro o cinco jugadores de máximo nivel junto a otros actores secundarios, que son los que dan fuerza al grupo. La aportación de todos ellos es fundamental para el éxito en una competición tan exigente.

- Juan Carlos Pastor. ¿Qué ha aportado Juan Carlos Pastor, el seleccionador, al grupo? Varias cosas. Desde el punto de vista técnico, la selección ha enriquecido su juego ofensivo, una de las tradicionales deficiencias del balonmano español. Los ataques suelen ser cortos, a veces sencillos, pero muy bien ajustados y variados. En cada uno hay una propuesta diferente según las defensas contrarias y de los jugadores en la pista. Será fácil ver resultados por encima de los 30 goles. Por el contrario, en la defensa aparecen, de vez en cuando, algunas lagunas e indecisiones. Muy bien el contraataque.

Probablemente, el mejor recurso del seleccionador haya sido la gestión del grupo. Cada jugador tiene un papel y se siente importante en su cometido. Aunque hay jugadores que saben que van a estar en los momentos difíciles, el resto tendrá sus oportunidades y sus responsabilidades. Pastor sabe que para llegar en la mejor condición física a los momentos clave de un torneo tan exigente es preciso gestionar bien todos los recursos. Veremos qué sucede en estas dos semanas. España está en el podio en todas las casas de apuestas.

Jordi Álvaro es técnico de balonmano y profesor de la Universidad Europea de Madrid.

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