Susto para Alonso en su estreno

Tras el derroche de la noche en que se presentó, el McLaren Mercedes MP4/22 pisó por primera vez la pista con Fernando Alonso al volante y provocó el primer susto. El incidente ocurrió alrededor de las tres de la tarde, cuando, tras la serie más larga hasta el momento y a punto de concluir la tercera vuelta, el bólido comenzó a echar humo por la parte trasera. El susto fue considerable. Se paró y recorrió los últimos 600 metros hasta su taller por su propia inercia. "Temí que el motor se hubiera roto", confesó Alonso; "sin embargo, los mecánicos comprobaron que lo único que se había roto era el tanque de aceite. Eso produjo una fuga y salió bastante humo. Afortunadamente, no fue más que eso. Perdimos algo de tiempo, pero al menos pudimos mantener el coche en la pista".

La primera prueba de Alonso con el MP4/22 se produjo en el circuito de Cheste, cerca de Valencia, donde el equipo había realizado la fastuosa fiesta de presentación, que tuvo una audiencia de 4,4 millones de telespectadores en España y muchos más en todo el mundo. Más de 7.800 aficionados pagaron cinco euros para poder presenciar un momento tan especial: el inicio de una nueva etapa para el piloto español y para la escudería británica, cuyo objetivo común es ganar el Mundial de fórmula 1.

Alonso llegó al circuito a las siete y media de la mañana y dio su primera vuelta alrededor de las diez. Ni la concluyó. Volvió a los boxes y salió de nuevo tras más de 50 minutos. Otras dos vueltas y al taller. Y asi, en cuentagotas, hasta completar nueve en toda la mañana, buscando seguridad hasta ponerlo todo a punto. A las tres salió para una serie más larga, pero el coche le falló en la tercera vuelta. Y, tras una hora, pudo verse, por fin, a Alonso disfrutando con su nuevo bólido, dándole caña, sacándole rendimiento. Hizo dos series largas y completó 57 vueltas y 228,28 kilómetros.

Su vuelta más rápida, 1m 12,05s, fue el mejor del día. Pero en el circuito sólo estaban él y los BMW Sauber de Heidfeld (1m 12,1s) y Kubica (1m 12,5s). "Al final, ya con muy poca gasolina, pude hacer el mejor tiempo", reconoció Alonso; "y me gusta, ya que me encanta ser el mejor incluso en los entrenamientos. Pero no es significativo. Hay que comprobar cómo estamos cuando nos veamos con Renault y Ferrari, nuestros verdaderos rivales".

Alonso fue adaptándose al bólido y acabó yendo al límite. "Sin embargo", confesó, "hay reacciones del coche que no espero y que me sorprenden. La primera conclusión es que va bien. Le pondría un 8. Pero aún pueden surgir problemas mecánicos, como el de hoy, que te hunden una carrera. Me parece prematuro decir que podemos luchar por el título. Crearíamos expectativas que podrían resultar falsas".

Quedan muchos aspectos por mejorar: el motor, la aerodinámica, los frenos... Los ingenieros saben dónde están los problemas y han previsto una primera evolución a mediados de marzo. "Éste no será el coche de Australia. Hay que mejorarlo mucho", afirmó. A sus 25 años, Alonso se siente optimista. Se adapta a la convivencia con sus nuevos compañeros, de quienes no sabe ni el nombre, y cada vez se siente más cómodo en McLaren. "Dennis es más profesional y serio que Briatore, pero con los dos el trato ha sido excelente", dice. También al equipo le falta confianza. "Ni siquiera me preguntan si el coche va bien o mal", agrega el asturiano. Pero hay cordialidad y un objetivo común. Todos están convencidos de que el nuevo proyecto de McLaren funcionará.