¿Traidores, incompetentes o ambas cosas?
"Es la segunda vez que nos traicionan. La primera, pactaron la lista de Bancaja mientras que negociaban a nuestras espaldas con Julio de España aplazar la de la CAM. Y ahora esto. Luego vendrán diciendo que hay que sacar las cajas del debate político". Hay malestar, un cabreo mal disimulado en la voz del directivo de la caja de ahorros elegido a propuesta del PP.
"Son unos incompetentes. No han hecho nada por llegar a un acuerdo en Alicante durante un mes. Gerardo Camps creía que con los votos de los socialistas iban a machacar a los zaplanistas. Hemos intentado hablar con ellos para negociar y no hemos conseguido nada. El acuerdo [con el PP] implicaba el consenso de todos. No hemos engañado a nadie", replican desde la calle Blanquerías de Valencia, donde está la sede de los socialistas valencianos.
Ambas fuentes, tan diametralmente opuestas en sus apreciaciones, coinciden, por extraño que parezca, en apuntar a un mismo responsable de la situación: El consejero de Economía. Claro que por razones diferentes. Para el directivo de la caja, Gerardo Camps ha sido un ingenuo por aceptar el pacto en Bancaja sin tener cerrado el de la CAM. "Esto con [José Luis] Olivas no pasaba". Para el socialista, "el consejero ha trabajado muy mal".
Traidores, incompetentes o ambas cosas a la vez, el hecho irrefutable es que populares y socialistas, más los primeros que los segundos, han elegido el peor escenario para dirimir sus batallas internas, al extremo que zaplanistas y campistas dan la impresión de haberse peleado exclusivamente por el control de la primera entidad financiera de Alicante, la segunda de la Comunidad y la cuarta de España, con 6.000 empleados y 3 millones de clientes que algún respeto deberían merecer por parte de quienes, tan arriesgadamente, han convertido la caja en un campo de batalla.
Hay preguntas que, con toda probabilidad, nunca tendrán respuesta: ¿Por qué el presidente de la Generalitat vetó a Francisco Grau? ¿Tiene que ver con sus relaciones con Eduardo Zaplana? ¿Por qué no se aceptó la tercera vía que representaba Antonio Gil Terrón como solución transitoria? ¿Quién abortó la propuesta?
Sea como fuere, la realidad es que todos los posibles acuerdos fueron saboteados por las partes. La principal perdedora de este espectáculo es la propia caja y ahora está por ver cómo quedan los protagonistas. Da la impresión que en el PP ya no saben qué más hacer para perder las próximas elecciones municipales y autonómicas. Empeño, desde luego, no se les puede negar.
Y hoy asamblea de Bancaja. ¿La crisis del PP en Alicante repercutirá en Valencia? ¿Pagarán prenda los socialistas? Desde la caja valenciana hay quien lo tiene claro: "El camino de la traición no lo hemos abierto nosotros"
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