El 'bécquer' era de Lord Byron
Una obra del autor inglés se atribuyó en España al poeta sevillano
Gustavo Adolfo Bécquer, el poeta romántico que lleva siglo y medio instalado en el alma de los enamorados del amor, se ha convertido involuntariamente en el protagonista de una novela de detectives. Resulta que Unida a la muerte, una leyenda que los escritores Antonio Rodríguez Almodóvar y Félix Morales presentaron en 1999 como un texto olvidado del poeta sevillano, es una traducción literal de un poema narrativo de Lord Byron: La novia de Abydos, publicado en 1813.
El descubrimiento del "doble fraude literario" [en esta página se reproducen las primeras líneas de los dos textos] lo ha hecho el especialista en Bécquer y catedrático de literatura Joan Estruch. Todo lo que rodea a Unida a la muerte es misterioso y, sin duda, los avatares por los que ha pasado son dignos del guión de un juego de rol. Para empezar, la leyenda salió 60 años después de la desaparición de Bécquer (Sevilla, 1836-Madrid, 1870), se publicó en quioscos en 1930 en una edición barata y con una nota que explicaba que el manuscrito estaba en manos de un amigo del poeta y tenía la dedicatoria "A la señorita M. L. A.", iniciales que coinciden con la de la última Carta desde mi celda.
"Aceptamos que es una traducción incompleta de La novia de Abydos, de Byron, que no se ha descubierto hasta ahora porque es una obra poco conocida en España", explica el sevillano Antonio Rodríguez Almodóvar, uno de los autores de la edición crítica de la leyenda (Algaida, 1999). Sin embargo, Rodríguez Almodóvar y Morales sostienen que "en Unida a la muerte está la mano de Bécquer sin la menor duda". Ambos recuerdan que Bécquer era gran admirador de Byron y creen que el autor de Rimas y leyendas podría haber traducido la obra del inglés o "haber versionado una traducción de otro".
"Tras este descubrimiento y, a falta de un análisis en profundidad, podemos trazar la hipótesis de que Bécquer tuvo mucho que ver con esta traducción-versión, pues numerosos rasgos formales del texto pasaron a su obra El caudillo de las manos rojas [leyenda publicada en 1858]", apunta Rodríguez Almodóvar.
A Joan Estruch, autor de una edición crítica de las obras completas de Bécquer (Cátedra, 2004), Unida a la muerte nunca le pareció una obra becqueriana y ha rebatido su autoría desde que los profesores sevillanos publicaron su "descubrimiento" apoyados en la aplicación de un análisis de Miguel Ángel Pineda quien, en 2003, aseguró: "Las pruebas estadísticas señalan, con una certeza de un 95% a un 99%, que la obra es de Bécquer".
La segunda parte de esta novela detectivesca saldrá cuando se descubra quién cambió el título, el nombre del protagonista y se inventó la dedicatoria en la edición de 1930. Estruch apunta al editor Fernando Iglesias Figueroa (1896-1973), el falsificador oficial de Bécquer. Rodríguez Almodóvar dice que el caso debe continuar abierto porque Figueroa "no habría aludido a la última de las Cartas desde mi celda, sino a la penúltima, ya que él sostenía que había una décima que él mismo escribió".
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