El Sabadell quiere a sus grandes accionistas en un frente común

El presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, quiere que todo inversor particular que supere el 5% del capital se incorpore al pacto parasocial que han firmado accionistas como Enrique Bañuelos y José Manuel Lara. El núcleo duro, que ya suma el 16,61% del capital y del que el propio Oliu forma parte, respaldará al Sabadell en su proyecto: incrementar un 50% sus oficinas en España y crecer en Asia, Florida y América Latina con la puerta abierta a la compra de un banco.

"El acuerdo no supone ningún pacto defensivo, sólo permite tener más controlada la incorporación de accionistas", explica a este diario Josep Oliu. El presidente del Sabadell, que incubó este acuerdo con el objetivo de que respaldase el proceso de crecimiento del banco, niega un intento de blindaje ante posibles movimientos hostiles, aunque el pacto se cerró cuando los rumores de OPA en el sector bancario no daban tregua y La Caixa, que era el primer accionista (12,45%), había anunciado que su participación en la entidad no era estratégica. Finalmente, la vendió en diciembre.

Defensivo o no, el pacto de accionistas no ha tardado en alargar su sombra: se formó en agosto con la alianza del 7,5% del capital y hoy ha más que doblado su participación, que alcanza el 16,61%. Además, el empresario valenciano Enrique Bañuelos, presidente de la promotora Astroc, acaba de dar la campanada al convertirse en el primer accionista del banco con el 5,24% de las acciones, un bocado valorado en 544 millones. Y no descarta ampliar su participación. Bañuelos es además el primer inversor particular que tiene autorización del Banco de España para alcanzar el 10% del Sabadell.

Si hiciese uso de este plácet, el acuerdo de accionistas superaría el 20% del capital del Sabadell, pero Josep Oliu asegura que no piensa en el peso concreto en el que se debería situar la participación de los inversores de referencia. "No hay un porcentaje concreto pensado para el pacto, se trata de que cualquier accionista que supere el 5% del capital se incorpore", apunta. El acuerdo establece un derecho de tanteo para los próximos diez años, es decir, que si alguno de los firmantes quiere vender sus acciones, tendrá primero que ofrecérselas al resto, pero no implica voto conjunto.

Según Oliu, en la actualidad no se negocia la integración de nuevos inversores al pacto, formado mayoritariamente por empresarios catalanes como José Manuel Lara (Planeta), Isak Andic (Mango), Joaquín Folch-Rusiñol (pinturas Titán) -los tres, consejeros del banco-, entre otros.

Nuevo rumbo

El perfil de los accionistas que en los últimos meses se han apuntalado en el capital da buena idea de la migración que ha experimentado la entidad en la última década. Fundado hace 125 años por un grupo de pequeños empresarios textiles y agrícolas de Sabadell, su primera misión era financiar la industria local. Hoy es el cuarto banco español, cotiza en Bolsa y aquellos pequeños empresarios son patrones de grandes compañías.

A ellos se han unido Bañuelos, uno de los nuevos magnates del sector inmobiliario, y Alicia Koplowitz, que ha protagonizado otra vistosa incorporación al accionariado del Sabadell, del que se estima que en la actualidad posee un 3%. Koplowitz no se ha integrado el núcleo duro ni forma parte del consejo de administración. La entrada de mujeres en el consejo del Sabadell es una asignatura pendiente para la entidad. "Nos preocupa y estamos trabajando en ello", apunta el presidente, aunque agrega que esta nueva consejera "no tiene por qué ser una accionista, también se puede nombrar una consejera independiente".

Para el consejero delegado del banco, Juan María Nin, "poder contar con el apoyo decidido a la gestión de este grupo importante de empresarios es fundamental". En su opinión, los inversores que han firmado el pacto "aportan al banco su gran experiencia y profundo conocimiento de la situación real de la economía de nuestro entorno".

También participan en el Sabadell el banco portugués BCP Millenium (3%) y la Unión de Bancos Suizos (UBS), que aprovechó la salida de La Caixa para comprar un 2,9% en representación de inversores privados españoles.

El núcleo duro acompañará al Sabadell en un proceso de expansión que, en el caso de España, tras su última compra, la del Urquijo, apuesta por el crecimiento orgánico: quiere pasar de 1.200 a 1.800 oficinas para lograr una cobertura "adecuada" de banca comercial. En cuanto a la batalla internacional, los planes pasan por crecer en Florida, donde ya cuenta con una sucursal en Miami, como plataforma para el mercado latinoamericano, con la puerta abierta a la adquisición de un banco. Oliu señala que, al menos a corto plazo, la expansión internacional vendrá de la mano de "pequeños proyectos". Según publicó ayer Cinco Días, la entidad negocia con un banco pequeño en Florida.

El Sabadell apuesta a su vez por crecer en México a través de del Banco Bajío, del que controla el 20% de las acciones. "Y volveremos a ampliar nuestra presencia si es necesario para el crecimiento del banco", apunta el presidente. También participan en el dominicano BDH. El grupo, presente en 20 países, quiere replicar su modelo en América Latina y Asia.