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El precio del petróleo en euros desciende al nivel más bajo desde junio de 2005

El precio del barril de 'brent' cayó un 9% en los dos últimos días

Alejandro Bolaños

Las elevadas temperaturas de este invierno están teniendo un efecto inmediato en la economía mundial. La expectativa de un menor consumo de combustible para calefacción en EE UU ha llevado a un acusado descenso del precio internacional del crudo en los últimos dos días. El brent, referencia en Europa, cayó ayer más de un 4% por segundo día consecutivo, con lo que acumuló un descenso de 5,33 dólares (un 9%) en dos jornadas. Valorado en euros, el precio del barril se situó en 42,08 euros al final del día. No se colocaba por debajo de los 43 euros desde junio de 2005.

El año ha comenzado con temperaturas mínimas por encima de cero grados en muchas ciudades del noreste de Estados Unidos, algo poco frecuente en estas fechas. Es, además, una zona clave para el consumo de derivados del petróleo para calefacción, al concentrar un 80% de la demanda para este uso en Estados Unidos. Y las previsiones del servicio nacional de meteorología norteamericano apuntan a que este inusual tiempo, que arrancó a finales de diciembre, se mantendrá al menos durante la primera quincena de este mes.

El efecto de este invierno suave fue la razón unánime que los analistas esgrimieron el miércoles para explicar la mayor caída del barril del petróleo en un solo día desde abril de 2005: el valor del crudo de Texas, referencia en EE UU, bajó más de dos dólares (un 4,5%) hasta los 58,3 dólares, mientras el brent, el de referencia en Europa, acumulaba un recorte similar (un 4,1%) para situarse en los 57,96 dólares.

La situación se repitió ayer. Al cierre de la jornada, el brent se anotó una caída del 4,9% respecto al miércoles, hasta 55,11 dólares. Es la caída más brusca en dos días (un 9%) desde 2004 y ha colocado el petróleo de referencia en Europa en su nivel más bajo desde noviembre de 2005.

Pero el impacto del descenso del precio del petróleo es aún más beneficioso para las economías europeas. La fortaleza del euro ha permitido a los países de la UE capear un año en el que el brent superó durante meses los 70 dólares (en agosto rozó los 79 dólares). "La debilidad relativa del dólar y su uso como divisa de referencia internacional para los precios del crudo han rebajado el impacto del aumento de los precios energéticos para esas economías", corrobora un informe de analistas de JP Morgan. Y la caída del valor de brent por debajo de los 60 dólares en la última semana ha coincidido además con que el cambio del euro está por encima de los 1,3 dólares desde finales de noviembre pasado. La divisa común se apreció un 11% respecto al dólar el año pasado.

Menos inflación

La fortaleza del euro explica que la cuesta abajo de los precios de petróleo sea más acusada si se mide en moneda europea. A los países europeos, el barril de brent no les costaba menos de 43 euros desde verano de 2005. Ayer cerró la sesión en 42,08 euros, según datos de Bloomberg.

La publicación ayer de las últimas estadísticas de la Agencia norteamericana de Energía, que reflejan un incremento de las reservas de petróleo en la última semana de diciembre (sobre todo de los derivados usados para calefacción), dieron otro impulso al descenso de precios.

La caída del precio de los combustibles desde el verano ha permitido a la economía española afrontar uno de sus mayores problemas, la inflación, con más desahogo. De hecho, de valores que rozaron el 4% en verano se ha pasado al final del año al 2,7%, un nivel que no se lograba desde el arranque de esta legislatura en 2004. Y el nuevo descenso en el precio del petróleo es una buena situación de partida para las previsiones de crecimiento económico de España en 2007 (un 3,7%), que el Gobierno realizó con un precio del barril alrededor de los 65 dólares.

"Es muy posible que el tipo de cambio del euro respecto al dólar siga en niveles altos durante un tiempo, al menos mientras persista el déficit por cuenta corriente de la economía norteamericana", mantiene Emilio Ontiveros, consejero delegado de Analistas Financieros Internacionales (AFI). Sobre el precio del petróleo es más cauteloso: "Las perturbaciones en la oferta que ocurrieron en 2006 se deben más a razones geopolíticas que económicas". Aun así, el catedrático de Economía de la Empresa considera muy improbable que se repita en 2007 un precio medio del brent por encima de 65 dólares como ocurrió el año pasado.

Ontiveros cree que, además del efecto del invierno cálido, los mercados están reflejando ya la previsión de que el crecimiento económico este año será inferior en varios países occidentales (sobre todo Estados Unidos y Japón) al de 2006. Y, por tanto, que las expectativas sobre la demanda de crudo se están revisando. "El efecto combinado de un euro elevado y precios de petróleo a la baja es muy saludable para la inflación de la economía española y una bendición para la zona euro", afirma el consejero delegado de AFI.

En este escenario, el descenso de la factura energético compensaría, a juicio de Ontiveros, otros efectos negativos de un euro tan fuerte, como la menor competitividad de las exportaciones españolas. "El 78% de nuestros intercambios son en euros, el riesgo está en que países muy importantes para nosotros como Alemania puedan verse afectados".

Un reciente estudio de Caixa Catalunya señala que la economía alemana compensa parte del impacto negativo de la revalorización del euro con el aumento de ventas a los países productores de petróleo, que gozan de una enorme inyección de divisas. De hecho, las exportaciones alemanas constituyen ya el 33% del comercio exterior de la UE con países de la OPEP, que importan de este país maquinaria y bienes de consumo.

Recortes de la OPEP

La caída del precio del petróleo anticipa que el descenso de la inflación seguirá en los próximos meses. Un recorte que ha llevado a la economía española a rebajar de forma notable su diferencia con la zona euro en los últimos meses. Según las últimas estadísticas de Eurostat, publicadas ayer, la inflación de la zona euro fue del 1,9% en 2006, con lo que la diferencia se quedaría en tan sólo 0,8 puntos porcentuales.

Ante el descenso de los precios, la respuesta de los países de la OPEP, que concentran el 40% de la oferta mundial de petróleo, suelen ser el recorte de la producción. Ya lo hicieron así en noviembre, cuando informaron de un recorte de 1,2 millones de barriles diarios (más del 4% de su producción). Para febrero tienen programado ya otro nuevo recorte de 500.000 millones de barriles. "Del primer recorte, la eficacia real llegó a las 700.000 toneladas de petróleo, no todos los países productores se comprometieron de la misma forma", señala Alvaro Mazarrasa, director general de la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP).

La premisa de la OPEP es que el recorte de producción iba a contribuir a que se pusiese en el mercado parte de las reservas acumuladas por los países occidentales, que a lo largo del último año habían alcanzado máximos históricos. La previsión de una fuerte demanda de petróleo en el futuro por países emergentes como China y el temor a la temporada de huracanes en el golfo del México (el Katrina destrozó muchas instalaciones de esta zona petrolífera en 2005) explicaron este acopio. Pero el invierno cálido ha roto el esquema de la OPEP, que además debe intereses contrapuestos. "Hay países como Venezuela e Irán, que por motivos de política interna, siguen apostando por explotar su capacidad de producción al máximo", señala Mazarrasa.

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