Un regreso empañado

La plantilla azulgrana reanudó ayer los entrenamientos tras disfrutar de más vacaciones que ningún otro club de Primera -salvo el Celta: también 12 días libres- pero al final no todo el mundo llegó a tiempo de estar a las 10.30 de la mañana en el campo de La Masía. El teléfono no dejó de sonar en el Camp Nou para anunciar tres bajas. Según la versión oficial, Ronaldinho, en Porto Alegre, tuvo dificultades con la conexión de los vuelos; Deco alegó un problema familiar grave; y Márquez, también por culpa de los aviones, se perdió el ensayo de la mañana. Dijo que llegaría al previsto para las 17.30 pero aterrizó en Barcelona media hora después y apareció en el Camp Nou cuando el entrenamiento ya había acabado. El club aguarda para el ensayo de hoy a Ronaldinho y Deco, ambos sancionados para el partido en Getafe.

Los técnicos encajaron las ausencias con malestar tras dar más vacaciones que nunca

Las ausencias provocaron malestar en el cuerpo técnico al haber concedido más vacaciones que nunca para compensar el duro mes de diciembre por el comprometido pase en la Liga de Campeones y la disputa del Mundial de clubes en Japón. Frank Rijkaard, el técnico azulgrana, decidió personalmente volver al trabajo el día 3, dos días después de Año Nuevo, para evitar que sus jugadores, especialmente los suramericanos, tuvieran problemas de enlaces con los vuelos y regresaran a tiempo a Barcelona. No los tuvieron ni Belletti, Edmilson, Sylvinho o Saviola pero sí Ronaldinho, Deco y Márquez. "Confíamos en su responsabilidad y que todos estén en el primer entrenamiento", dijo el martes Eusebio Sacristán, ayudante de Rijkaard, dando por sentado que no habría ninguna baja. El club no aclaró si impondrá algún tipo de sanción a los tres futbolistas ausentes, aunque un portavoz oficial restó hierro al asunto al sostener que los tres comunicaron su retraso.

Fiel a su estilo de no lanzar ningún reproche en público, Rij-kaard difícilmente censurará ante los micrófonos la actitud de sus jugadores, aunque ayer estaba muy dolido al constatar que no sirvió de nada dar un día más de fiesta. Finalmente, el técnico solo pudo reunir en la sesión de la mañana -dedicada a realizar ejercicios físicos y a la disputa de un partidillo y en la que Puyol estaba de evidente mal humor- a 13 de sus 22 jugadores. Al trío de bajas inesperada se le sumó las de los lesionados: Thuram, Zambrotta y Oleguer, que se recupera de una lesión y se unió a los dos ex juventinos en el gimnasio; Motta, que tampoco saltó al césped al estar en proceso de recuperación de una gripe que le ha provocado altas fiebres; y Eto'o y Messi, que ya se ha librado de las muletas, y de los que se espera que estén recuperados en febrero. La situación se agudizó en el ensayo de la tarde al registrarse dos bajas más: Gio se vio afectado por una gripe y Saviola se ausentó para estar con su madre por el fallecimiento de un familiar en Argentina, aunque no viajará a su país para asistir al funeral.

El vestuario optó por cerrar filas y no emitir ningún reproche y encajó con aparente buen humor la ausencia de tres de sus jugadores considerados estrellas en un entrenamiento que reunió a decenas de aficionados. Sonriente y con gesto desenfadado, el francés Ludovic Giuly fue incluso más allá en la defensa de sus compañeros que el propio club. "Creo que tienen el acuerdo del míster", señaló muy convencido cuando nadie había deslizado esa teoría. La respuesta devino cuando se le planteó si pensaba que sus compañeros le habían faltado al respeto al resto de la plantilla: "Ellos no juegan el domingo. Nos respetamos los unos a los otros. No pasa nada". "No sé como funciona el tema de los multas y es mejor no comentarlo. Pero cuando lleguen los tres estarán preparados para volver a trabajar", afirmó el delantero islandés Eidur Gudjohnsen. "Seguramente han tenido problemas con los vuelos. No sé tampoco si tenían algún día de fiesta más porque ellos", abundó el islandés sumándose a la hipótesis de Giuly, "no juegan este fin de semana".

Al Barça le aguarda un mes de enero frenético en el que deberá disputar un partido cada tres días: cuatro de Liga, entre ellos el encuentro ante el Betis, en Sevilla, aplazado por el Mundial de clubes, y la eliminatoria de Copa del Rey ante el Alavés. Rijkaard tendrá en Getafe más bajas que nunca: además de Deco, no podrá contar con ninguno de los tres hombres que conforman su tripleta de delanteros: Ronaldinho, Eto'o y Messi. Iniesta, reciclado en la banda, o Ezquerro se perfilan como titulares para suplir al gaucho. "Es en campos como el del Getafe donde se ganan las Ligas", avisó Gudjohnsen.