_
_
_
_

Llach y los Stones

Siempre que los Stones inician una nueva gira, sus departamentos de promoción sugieren por lo bajo "esta puede ser la última", lo que sin duda se convierte en un acicate comercial cuyo fundamento han estado a punto de hacer realidad una palmera y varios constipados. Los Stones llevan así años, especulando con su despedida.

Por el contrario, Lluís Llach está estrenando su retiro, un retiro parcial que no le alejará de la música, sino de las obligaciones comerciales e industriales de la misma. Porque un músico no se retira, como tampoco un albañil jubilado mira una pared tal que un lego, ajeno al ojo profesional.

El retiro significa para Llach "no publicar discos, no hacer giras y no estrenar espectáculos", de suerte que como también afirmó en marzo pasado al anunciar su deseo, no romperá la vinculación con la música, "ya que más que retirarme deseo continuarla de otra manera", asegura.

En román paladino: Llach ya tiene bastante reconocimiento como para seguir sometido a unos planes no marcados por sus necesidades expresivas, sino por algo tan prosaico y escasamente artístico como las presiones del show business. Llach quiere el timón, se siente dueño de su futuro y tiene derecho a planificarlo.

Ahora sólo falta que su público no se tome las contadas actuaciones que vaya ofreciendo -véase estas en el espectáculo Tranuites Circus en el Teatre Nacional de Catalunya- como un adiós, porque de ser así su despedida puede ser más larga que la de los Stones.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_