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Reportaje:EN EL CAMBIO DE AÑO

Bancos y cajas, sin autocomplacencia

El sistema bancario español registra un crecimiento récord, con un saldo crediticio vivo de 1,5 billones

Lejos de desacelerarse, el año 2006 ha visto cómo el crédito concedido por bancos y cajas registraba de nuevo crecimientos récord, cercanos al 25% para el conjunto del sistema y superando claramente el billón y medio de saldo vivo. Tras un nuevo año de crecimiento récord, el sistema bancario español, y específicamente su tramo minorista, acumula ya una década completa registrando tasas de actividad muy superiores a la de los restantes países de nuestro entorno, a los que ha superado claramente, tanto en intensidad como en duración.

La clave de ese prolongado periodo de fuerte actividad bancaria minorista reside, sin duda, en la extraordinaria pujanza del sector inmobiliario español, con respecto al cual nuestro sistema financiero ha generado una extraordinaria dependencia. Ese sesgo se pone de manifiesto si consideramos que, del saldo vivo de inversión crediticia en las entidades financieras españolas, casi un 60% está vinculado a actividades vinculadas con el mercado inmobiliario, en tres grandes epígrafes: lo concedido a la promoción inmobiliaria propiamente dicha (un 15% del total, es decir, más de 200.000 millones de saldo vivo), lo concedido a actividades de construcción (casi un 10% del total, unos 150.000 millones) y lo concedido a familias para la adquisición y rehabilitación de vivienda, que con más de medio billón de euros de saldo vivo representa el principal componente. Y además ese sesgo inmobiliario se ha incrementado de forma notable en la última década, pues el crédito inmobiliario ha crecido a tasas muy superiores a como lo ha hecho el crédito a actividades productivas.

La ganancia de cuota es esencial para la posición competitiva, y aquí lo ha hecho mucho mejor el sector de cajas que el de bancos
La clave del prolongado periodo de fuerte actividad bancaria minorista reside, sin duda, en la extraordinaria pujanza del sector inmobiliario

'Pegados' al ladrillo

Ese intenso sesgo inmobiliario del sistema bancario español ha orientado en gran medida las estrategias de actuación de las entidades, tanto en su orientación a volumen en detrimento de márgenes, como en un modelo de distribución basado en oficinas pegadas a nuevas promociones inmobiliarias. Esas estrategias, que han sido generalizadas, y muy exitosas, en un contexto de mercado inmobiliario fuertemente expansivo a lo largo de la última década, deben ser objeto y replanteamiento en la medida en que dicho mercado parece afrontar un proceso de clara desaceleración, como se pone de manifiesto al analizar los precios de la vivienda: ésta ha pasado de crecer a tasas superiores al 15% hasta hace un año y medio, a hacerlo actualmente a tasas en torno al 8%, y en clara desaceleración.

Por ello, no deja de resultar paradójico que, en dicho contexto de desaceleración de la vivienda, apenas lo haya hecho la concesión de crédito hipotecario; y de hecho, en el caso de los bancos, se ha producido incluso una fuerte aceleración, al desarrollar estrategias agresivas de crecimiento, y frenar de esa manera la constante pérdida de cuota que venía registrando la banca frente a las cajas desde hace una década, como muestra el gráfico adjunto. Es evidente que, en un mercado con un dinamismo y crecimiento como el que viene registrando la intermediación financiera en España, la ganancia de cuota es esencial para la posición competitiva, y aquí lo ha hecho mucho mejor el sector de cajas que el de bancos.

Por otro lado, merece destacarse que, contrariamente a años anteriores, 2006 también ha supuesto un cambio significativo en el claro despertar de otras categorías de crédito, y especialmente el destinado a la financiación de empresas, lo cual no es sino el reflejo del dinamismo que ha registrado la inversión en bienes de equipo, a su vez estimulada por una renovada demanda externa, y la necesidad de recuperar competitividad en la empresa española. Si se mantiene esa tendencia, ayudaría a corregir los anteriormente mencionados sesgos hacia la construcción del sistema bancario y de la economía española, y con ello diversificar sus vectores de crecimiento.

Resultados elevados

En un entorno similar, de fuerte crecimiento de actividad, y con un comportamiento de los tipos de interés lo suficientemente al alza para restaurar los márgenes de negocio, pero no tanto como para dañar a la morosidad, no es de extrañar que las cuentas de resultados de bancos y cajas hayan presentado en el año 2006 unos registros históricamente elevados: si extrapolamos el comportamiento hasta el tercer trimestre, podemos anticipar que se cierra el año con crecimientos claramente superiores al 20% en los beneficios agregados del conjunto del sistema bancario.

Sin duda una buena noticia para sus gestores, pero que lejos de la autocomplacencia debería mover a la prudencia, y a invertir parte de los mismos en mejoras que garanticen la eficiencia y competitividad en un entorno futuro que difícilmente repetirá una combinación tan favorable como la del año que termina.

Ángel Berges y Gloria Hervás son profesores de la Escuela de Finanzas Aplicadas (Grupo Analistas).

Bancos y cajas (en la imagen varias sucursales y oficinas de entidades de crédico en Valencia) han cerrado un buen ejercicio en 2006.
Bancos y cajas (en la imagen varias sucursales y oficinas de entidades de crédico en Valencia) han cerrado un buen ejercicio en 2006.MONICA TORRES

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