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El Supremo confirma la condena al ex alcalde de Salteras por malos tratos

González-Eiris está imputado en otro proceso por detención ilegal

El Tribunal Supremo ha confirmado la condena impuesta al ex alcalde socialista de Salteras (Sevilla) Carlos González-Eiris por maltratar de forma continuada a su esposa. El regidor, que tendrá que indemnizar con 3.000 euros a la víctima y cumplir un año de cárcel, está imputado por otro juzgado por un delito de detención ilegal, ya que forzó el ingreso de su esposa en un hospital psiquiátrico en junio de 2001.

La abogada Amparo Díaz, que ejerció la acusación particular en nombre de Rosa Carmona, la ex esposa del alcalde de Salteras, indicó que el Tribunal Supremo ha confirmado en todos sus extremos la sentencia de la Sección Cuarta de la Audiencia de Sevilla, mediante la que se condenaba al regidor a un año de cárcel y al pago de 3.000 euros de indemnización a la víctima por un delito de violencia en el ámbito familiar, informa Efe.

El alto tribunal ha desestimado el recurso presentado por la acusación particular, que pretendía ampliar la condena por daño psicológico, y el de la defensa, que solicitaba la absolución de Carlos González-Eiris. El ex regidor, que fue expulsado del PSOE tras la denuncia de su esposa aunque siguió hasta 2003 en al alcaldía, también fue juzgado por varios episodios de violación continuada a su ex esposa desde que se casaron en 1982. La Audiencia, no obstante, desestimó esta acusación por la falta de concreción de la denuncia presentada por Rosa Carmona.

Sin embargo, el ex alcalde está imputado por otro presunto delito de detención ilegal, por ingresar a su esposa a la fuerza en el departamento de Psiquiatría del hospital Virgen del Rocío, en unas diligencias que continúan abiertas en el juzgado de Sanlúcar la Mayor (Sevilla). González-Eiris, que compareció como imputado en octubre pasado, dijo al juez que ingresó a su esposa a petición de los padres de ella, que "no la veían bien y observaban cosas raras en su comportamiento".

Según un informe del forense realizado a petición de la fiscalía, Rosa Carmona no padecía ningún trastorno mental cuando su marido, aprovechando su condición de alcalde, ordenó a la Policía Local que la ingresara en el hospital psiquiátrico. En este caso, junto al ex alcalde están imputados tres facultativos.

La médica de salud mental del distrito sanitario Aljarafe del SAS solicitó el 7 de junio de 2001 "el ingreso involuntario urgente" de Rosa Carmona en la unidad psiquiátrica del Virgen del Rocío, a petición del alcalde y sin ver a la paciente. En su informe se limitaba a reproducir el contenido del redactado por un psiquiatra privado, que concluía que la mujer padecía un "trastorno delirante paranoide, tipo celotípico". Sin embargo, en el informe de alta del Virgen del Rocío, cuatro días después del internamiento, señalaron que sufría una "problemática depresiva-ansiosa" relacionada con su separación. El médico no apreció "patología psicótica".

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