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Reportaje:

"¡Fíjate en Iniesta, es buenísimo!"

Tanto los compañeros como los rivales coinciden en que el jugador azulgrana se consagró en 2006

El islandés Eidur Gudjohnsen se ha integrado tan rápido en el Barça que a mediados de noviembre, mientras degustaba una butifarra con un periodista barcelonés de su confianza, confesó que nada le había sorprendido tanto desde su llegada al Camp Nou como el talento de Andrés Iniesta, una percepción muy propia de los futbolistas que llevan largo tiempo en el Miniestadi y el Camp Nou. "Todos mis amigos me preguntan por Ronalidnho: que cómo es, qué hace, si charlamos...", argumentaba el delantero. "Y yo les hablo de Iniesta".

Iniesta (Fuentealbilla, Albacete, 1984) abandonó el Camp Nou la madrugada del pasado viernes 22 de diciembre con cara de empate, el rictus propio del futbolista que llegó a los 11 años a La Masia y comprendió que en el Barcelona sólo vale la victoria. Aquella noche, el Atlético había alcanzado el 1-1 en el estadio azulgrana.

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Iniesta se marchó del estadio con una bolsa llena de camisetas firmadas por sus compañeros -compromisos navideños que cumplir- y una sensación personal de bienestar, por más que le disgustara el resultado: "Voy a disfrutar de las mejores Navidades de mi vida". Tan satisfecho por el doblete conseguido, la Liga y la Copa de Europa, como feliz por participar en el Mundial de Alemania con la selección, Iniesta califica el año 2006 como el mejor de su carrera.

No es una percepción subjetiva, sino que la comparten tanto sus compañeros como sus adversarios. El marsellés Peter Luccin, mediocentro del Atlético, es el último rival que ha sufrido las consecuencias del juego de Iniesta -eso que Xavi califica como "la tremenda verticalidad de Andrés"- y resume las sensaciones que le generó medirse al menudo centrocampista manchego: "Deco es muy completo y la calidad de Xavi es incomparable, pero el tipo de mayor talento en el centro del campo del Barcelona es Iniesta. Para mí, es el mejor de los tres", resume al mismo tiempo que destaca la velocidad de ejecución como el don más destacado del centrocampista azulgrana. "Combinada con su talento, esa rapidez le convierte en un futbolista increíble".

"Iniesta es humilde, sencillo. Fuera del campo, así me lo parece. Pero dentro de la cancha no hay duda: es una maravilla", sostiene Javier Aguirre, que fue un gran centrocampista del América de México antes que entrenador del Atlético. "Su juego es fabuloso porque se entiende como verdadero", apunta.

El repartidor de caramelos, como bautizó en su día Frank Rijkaard a Iniesta, se ha formado desde los 11 años en La Masia, la escuela del Barcelona, próxima al Camp Nou. Allí conoció a Víctor Valdés, con el que no sólo comparte vestuario, sino que son íntimos amigos. "Era el más pequeño por físico y por edad, pero nunca tuvimos que protegerle; de niño siempre se supo cuidar solo, dentro y fuera del campo". El guardameta azulgrana no cree que Iniesta haya madurado especialmente este año en lo personal, sino que "sencillamente, ha ganado importancia en el equipo". Valdés reconoce que llevará grabada de por vida una imagen vivida en el 2006: "Subíamos por el Paseo de Gracia con el autobús, celebrando la Champions, y allí estábamos agarrados por los hombros". Una imagen que demuestra que Iniesta es un peleón. "Me acordé de lo mal que lo pasó al llegar a La Masía", recuerda el guardameta. "Se habla mucho de lo bien que toca la pelota, pero se olvida que es un tipo peleón, dentro y fuera. Por eso está donde está y celebramos juntos la victoria en París". En la escuela del Barça, Iniesta coincidió también con Puyol, para quien la irrupción del volante no es tampoco ninguna sorpresa. "Ha mejorado mucho, pero es tan bueno que jugará aún mejor", anuncia el capitán.

Eusebio, ayudante de Rijkaard, elogia sobre todo la versatilidad de Iniesta: "Interpreta el juego de tal manera que puede jugar donde le pidas. Es muy inteligente y tiene un desborde enorme. Además, nunca se equivoca al escoger, siempre elige bien". Paco Seirul.lo, preparador físico del equipo, amplía: "Físicamente resulta más poderoso de lo que aparenta. Trabajó para ganar perímetro sin perder velocidad y lo logró". "Aguanta bien el choque, mejor de lo que parece", agrega Seirul.lo, ahora también profesor de Iniesta en el INEF, donde el jugador se matriculó en septiembre pasado.

A Thuram, quien le descubrió a Iniesta fue su seleccionador en el Mundial, el francés Raymond Domenech: "Antes de jugar contra España, nos avisó de que si jugaba un tal Iniesta tendríamos un problema". Después, Vieira le añadió detalles: "Le llamé para decirle que fichaba por el Barça y me soltó: '¡Fíjate en Iniesta. Es buenísimo!'". Hoy, a finales del 2006, Thuram, como Gudjohnsen, presume de ser compañero de Andresito. O sea, de Iniesta.

Iniesta supera a Luccin en el Camp Nou, durante el Barça-Atlético, el último partido de Liga disputado antes del parón navideño.
Iniesta supera a Luccin en el Camp Nou, durante el Barça-Atlético, el último partido de Liga disputado antes del parón navideño.MARCEL·LÍ SÁENZ

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