La aventura de viajar

Hace unos días embarqué en un vuelo de Iberia con destino a Lisboa habiendo facturado previamente una maleta. Al llegar me sorprendió que la cremallera y el candado de la misma se encontraba desplazado del lugar en el que lo había puesto, pero la sorpresa, unida a la indignación, fue mayúscula cuando al abrir la maleta, ya en el hotel, descubrí que la misma había sido abierta violentamente, inutilizando el candado y revuelto su contenido, especialmente el neceser de aseo.

Lo consideré un incidente de mala suerte, pero en el viaje de regreso, a los tres días, en otro vuelo de Iberia, la situación se repitió y además esta vez ya ni siquiera estaba el candado.

Ante estos hechos me pregunto: ¿Qué derechos sobre nuestras propiedades tenemos cuando las entregamos para que nos las transporten? ¿Qué nos protege ante la desaparición de algún objeto que transportemos en la maleta? ¿Qué protección tenemos a que se introduzcan en nuestro equipaje objetos o sustancias indeseados, que luego pueden ser utilizados como pruebas en nuestra contra?

En vuelos anteriores que he realizado he tenido que soportar registros en mi presencia de mi maleta en los aeropuertos de Nicaragua, Panamá, Bogotá y Miami, y pasar por equipos de rayos X, pero jamás se ha violado mi equipaje sin mi presencia. Cabe preguntarse: ¿Quién vigila mejor mis derechos? ¿Para garantizar mi seguridad en vuelo es necesario atropellar mis derechos y dignidad? Espero que haya una respuesta satisfactoria por parte de la compañía a este atropello.