Las riadas dejaron en Arousa daños por más de 70 millones

Las riadas que asolaron Arousa hace un mes ya tienen precio. El valor de los daños causados por las graves inundaciones del pasado 27 de noviembre en la comarca del Salnés supera los 70 millones de euros, según el balance final realizado por la Cámara de Comercio de Vilagarcía. Su presidente, Carlos Oubiña, cree que incluso podrían llegar a 80 millones una vez que el consorcio y las compañías de seguros hayan tramitado los más de 3.000 partes de daños que han presentado particulares y ayuntamientos.

En el sector comercial, los establecimientos afectados en la comarca son 500. Casi la mitad corresponde a Vilagarcía, y el resto a O Grove, Cambados y Vilanova de Arousa. Sólo en establecimientos comerciales el balance de pérdidas es de 12 millones de euros, según datos de la Cámara de Comercio. Esta evaluación se refiere principalmente a mercancías que quedaron destruidas por el agua. El promedio de daños en cada local se valora en 36.000 euros.

En Vilagarcía, de los 206 establecimientos integrados en la Asociación Zona Aberta, el 90 % ha quedado afectado, según su presidenta, Sofía Beiras. La mayoría de estos comercios está ubicado en el centro de la ciudad donde el efecto de las inundaciones fue más devastador. Las aguas llegaron a cubrir un metro y medio en las calles más próximas a la desembocadura del río Con.

Otro capitulo importante ha sido el parque móvil que en los municipios de la jurisdicción de la Cámara ha sido de 2.000 vehículos afectados con un 60 % de declaraciones de siniestro total. Sólo en Vilagarcía se elevan a 1.500 los vehículos afectados, de los cuales un 40 % sufrieron daños irreparables. El promedio del valor de destrozos sufridos por cada coche se ha estimado entre 20.000 y 30.000 euros.

La mayoría de los vehículos que son irreparables en Vilagarcía quedaron atrapados en aparcamientos y garajes donde el nivel del agua llegó a la calzada y cubrió hasta tres plantas subterráneas. También en el municipio de Cambados, seguido del de O Grove y Vilanova, se han registrado numerosos siniestros.

En la hostelería son un centenar los establecimientos afectados y en la industria las pérdidas se cifran en 15 millones. En un sólo concesionario de vehículos de Vilagarcía los daños se elevan a 6 millones de euros.

En cuanto al mobiliario público e infraestructuras de los ayuntamientos, Vilagarcía estima los daños en un millón de euros, O Grove en 800.000 y Cambados en 560.000 euros. En Vilanova, Meis, Meaño y Sanxenxo el presupuesto en reposición y reparación de los servicios dañados asciende a medio millón de euros.

El presidente de la Cámara cree que para que no vuelva a ocurrir otro desastre de similares características Vilagarcía debería acometer las obras faraónicas que hace ocho años terminaron con el mismo problema en A Coruña, cuyo coste no podría ser afrontado por el Ayuntamiento sin ayuda de la Xunta.

Según Carlos Oubiña, "la culpa no es de nadie en particular, sino del propio crecimiento de la ciudad". "Tenemos que ajustarnos a estas circunstancias con algunas canalizaciones subterráneas que desembocan al mar y que son ya centenarias", apunta.

Recuerda el presidente de la Cámara que el urbanismo en Vilagarcía se ha desarrollado con dos planes: el primero, que data de 1986, fue diseñado por la empresa Consultora Galega de la que era gerente el que hoy es director general de Vivenda e Solo de la Xunta, Daniel Pino, y el segundo, de 2000, fue elaborado por la empresa Couto de A Coruña. "Han sido dos diseños urbanísticos opuestos y desarrollados como han querido los actores sociales de esta ciudad, con los problemas de cualquier otra población que ha crecido en 10 años", reflexiona Oubiña.

La solución, según él, consistiría en actualizar todo el sistema de alcantarillado que no tiene capacidad para evacuar grandes cantidades de agua. "Si vamos a ir a un cambio climático, como parece evidente, no queda más remedio que convertir las calles de Vilagarcía en ríos subterráneos con capacidad suficiente para evacuar el agua que confluye cuando coinciden las mareas vivas con lluvias intensas", concluye el presidente de la Cámara.