_
_
_
_
Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Henrik Takkenberg, músico y productor

Fue fundador del grupo Chambao

Diego A. Manrique

Permítasenos reiterar el tópico necrológico: Henrik Takkenberg era una persona encantadora, tal vez incluso demasiado buena para desenvolverse en un negocio como el musical. Hijo de diplomático holandés, había nacido en Colombia el 23 de agosto de 1967 y conoció otros países -"Japón me marcó"- antes de instalarse en Londres, donde trabajó en música para publicidad al lado de realizadores como Ridley Scott.

A principios de siglo, "compaginando vacaciones y trabajo", viajó a Málaga. Conoció a tres músicos del barrio de Pedregalejo y formaron el grupo Chambao; Takkenberg ejercía de productor y músico del cuarteto, desarrollando una visión electrónica del flamenquito ("descubrí la buena onda, el karma que daba la guitarra flamenca y el cante andaluz"). Avisó a sus contactos en Londres y, desde allí, la maqueta del cuarteto rebotó a Sony en España. Las primeras grabaciones de Chambao se publicaron en un recopilatorio cuyo título haría fortuna: Flamenco chill.

En contra de su imagen "buenrollista", Chambao resultó ser una empresa tormentosa: Henrik tuvo que marcharse justo cuando aquello despegaba y siempre lamentó que se le borrara de la historia del grupo. Se trasladó a Madrid, donde montó la productora Magik Sound.

Aunque editó música propia en discos de la marca Café del Mar, Takkenberg disfrutaba colaborando con otros artistas: en Sambisarane reconstruía las seductoras canciones de Cathy Claret, cantante francesa afincada en España. Fuera de Chambao, su trabajo más difundido internacionalmente fue una imaginativa remezcla de Tú ven a mí, producción de Paco de Lucía para La Tana.

Takkenberg tenía la intuición de que había un público amplio para el flamenco digitalizado. Propuso a varias compañías multinacionales que le dejaran probar con sus archivos, sin recibir respuesta positiva. Le llamaron para producir a otras cantantes, pero no encontró el ambiente o la profesionalidad que requería. Alentaba un proyecto personal bajo el nombre de RED que tampoco halló acogida. Henrik sabía que chill-out era un concepto dudoso, pero prefería verlo como una etiqueta útil para vender músicas inclasificables: "En esos discos salen artistas que antes eran denominados new age. Es una manera de decir que allí hay música tranquila pero con melodía".

Para sorpresa de amigos, familia y asociados, Takkenberg se tiró por la ventana de su piso madrileño el 25 de noviembre. Sus cenizas fueron esparcidas en las Hoces del Río Duratón, el Parque Natural de Segovia al que consideraba "el lugar más hermoso del mundo".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_