El último tren

Estudio de G. Kasparián.

Magyar Sakkèlet, 1969.

Hay trenes que sólo pasan una vez, y hay que subirse a ellos, como ocurre en esta posición, sacada del último número de Finales... y Temas (por cierto, la dirección de correo que se publicó el pasado sábado es errónea; la correcta es chessjc@speedy.com.ar). Si las blancas estuvieran agrupadas, la posición sería de claro empate; por ejemplo, Rg4-Tf3-Af5 sería una fortaleza inexpugnable, incluso sin el peón de a4. Pero la situación actual de las piezas blancas es tan mala que su derrota parece inevitable: la dama negra dará unos cuantos jaques y se comerá la torre o el alfil, con una fácil victoria técnica a continuación. Sin embargo, un pequeño detalle, en apariencia insignificante, permite que las blancas arranquen medio punto con un truco muy espectacular. El rey negro está en casilla blanca, y en un rincón: 1 Rg4! (las blancas dan el primer paso hacia la construcción de la fortaleza mencionada; pero lo dan con total precisión, porque otras jugadas pierden, como podrá comprobar el lector reproduciendo algunas variantes: A) 1 Tg3?, Df4+ 2 Tg4, Dh6+ 3 Rg3, De3+ 4 Rh2, Df2+ 5 Tg2, Dh4+ 6 Rg1, De1+, y cae el alfil; B) 1 Tf3?, Dh2+ 2 Th3, Df2+ 3 Rh5, Dc5+ 4 Rh6, Dc1+, ganando; C) 1 Rh3?, Dc8+ 2 Rh4 Df8!, y las piezas blancas están tan mal que pronto caerá una) 1... Dc8+ 2 Rf3!! (parece suicida, pero es la única salvación: si 2 Rh5, Dc5+ 3 Rg6, Db6+, ganando; y si 2 Rh4, Df8!, como en la variante anterior) 2... Db7+ 3 Td5!!, Dxb1 (si 3... Dxd5+ 4 Ae4, tablas; y si no, las blancas jugarían pronto Ae4, que garantiza el empate) 4 Ta5+, Rb7 5 Tb5+, tablas. Correspondencia: ajedrez@elpais.es