Seis siglos para confirmar una muerte
Algunos historiadores sospechaban que Sancho, el hijo ilegítimo del rey Pedro I el Cruel de Castilla, murió tras ser envenenado por su hermano Diego. Sancho falleció en 1370 cuando tenía siete años, aunque se han tardado seis siglos en descubrir que su muerte no fue un asesinato. Hace un mes, los forenses paleopatólogos del hospital Clínico de Barcelona desentrañaron la causa real del óbito: una infección respiratoria. Así lo ha confirmado la autopsia que han practicado a su cuerpo incorrupto hallado el pasado octubre bajo el altar de la capilla del monasterio de Santo Domingo el Real de Toledo. "No hay rastro de arsénico o cianuro, los dos venenos más frecuentes de la época", explica Pedro Luis Fernández, forense que participó en la investigación e integra el grupo de
paleopatólogos del Clínico que desde 1992 analiza restos humanos en investigaciones históricas.
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