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La segunda parte de una reforma que empezó en 2005

Íñigo de Barrón

El Consejo de Administración, reunido ayer en Bilbao, aprobó la prejubilación de dos ejecutivos históricos, Vitalino Nafría y José María Abril, ambos arraigados a la capital vizcaína. Hace justo un año, en la anterior reforma, el rumor más extendido era que los dos podían dejar el banco. Tras intensas conversaciones entre el presidente, Francisco González y el consejero delegado, José Ignacio Goirigolzarri, acordaron su continuidad, pero se ha visto que fue un pacto temporal. La reforma de ayer es el cierre retrasado de aquel capítulo.

Desde la fusión del BBV y Argentaria en 1999, el comité directivo ha perdido pesos pesados de la banca que han sido sustituidos por ejecutivos jóvenes y por lo tanto, con menos capacidad de hacer valer su criterio. Los analistas consideran "lógica y adecuada" la reforma, pero recuerdan cuando estaban Julio López, (fallecido), José Fonollosa, Gregorio Villalabeitia y Antonio Ortega, entre otros. "La entidad ha bajado el perfil directivo, aunque no se ha visto perjudicado en su rentabilidad. Sigue siendo un buen banco, pero tiene un esquema ejecutivo más manejable para el presidente", comentan en el mercado.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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