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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Joe Barbera, creador de Yogi, los Picapiedra y Tom y Jerry

Fue uno de los pioneros de las series de dibujos animados para la televisión

Joe Barbera, creador de populares personajes de animación como el oso Yogui, Pedro Picapiedra y Tom y Jerry, falleció el pasado lunes a los 95 años por causas naturales en su residencia en Studio City, California.

Barbera era fino y rápido a la hora de reflejar el sentimiento y las expresiones de los personajes a lo que daban vida a unos dibujos animados que han llegado durante décadas a millones de hogares en todo el mundo. Joe era la otra mitad del equipo de animación Hanna-Barbera, que fundó junto con Bill Hanna, quien murió en 2001, a los 90 años.

Barbera se crió en el barrio neoyorquino de Brooklyn. Su primer trabajo fue en un banco. En sus orígenes como dibujante trabajó junto a Hanna para los estudios MGM, en lo que los críticos calificaron como tándem perfecto. Barbera era el artista, el que ponía el pincel y los chistes en este dúo magistral y pionero en el mundo de la animación.

Del ingenio de los dos creadores nació la exitosa serie de dibujos animados protagonizada por el gato Tom y el ratón Jerry, galardonada con siete oscars en 1940, más que ninguna otra animación en la historia de la Academia. A Tom y Jerry le siguieron otras series como Los Picapiedra, El Oso Yogi y Scooby-Doo, dibujos animados que forman parte de la cultura pop americana y que les convirtieron en superestrellas en este universo, como explica el presidente de Warner Bros, Barry Meyer.

"Sus familiares y amigos le echarán de menos, pero Barbera seguirá vivo a través de su trabajo", dijo Meyer. Su amigo y colega Sander Schwartz, presidente de la división de animación de Warner, decía ayer que Barbera era "un apasionado contador de historias y un genio creativo". "Su contribución a las industrias de la televisión y de la animación no tienen paralelo", remacha. Durante seis década, produjeron cerca de trescientas series para televisión.

Barbera se vio forzado a buscarse la vida con Hanna cuando MGM decidió 1957 desprenderse del departamento de animación y empezaron a mirar al filón de la televisión. Los bajos presupuestos no dejaban mucho margen de maniobra para el negocio. Pero el sentido de la oportunidad de Hanna abrió el mundo de los dibujos animados al público adulto. Y esta visión fue precisamente la que está detrás del éxito de Pedro Picapiedra y Pablo Mármol, que con su ¡yabba dabba doo! arrasaron en la temporada 1960-1961.

Los entrañables cavernícolas, que se hicieron con un hueco en la parrilla durante la hora de máxima audiencia en Estados Unidos, saltaron al espacio dos años después de la mano de la serie Los Jetsons. Como dijo el propio Barbera, se trata de hacer comedia de las situaciones diarias y los problemas con los que se topaban en los hogares ante las nuevas invenciones. Para los años setenta, las series animadas producidas por Hanna-Barbera dominaban la parrilla de los sábados por la mañana, con el 70% de la programación para niños.

El estudio Barbera-Hanna se vendió en 1967 a Taft Entertainment y se integró después en la compañía Great American Communications. Sus series volvieron a cobrar vida cuando Turner Broadcasting System se hizo con su videoteca y lanzó en 1992 la cadena de televisión por cable Cartoon Network, controlada por el conglomerado mediático Time Warner.

Los pasos dados por Barbera y Hanna son seguidos décadas después por otros dibujantes, como los creadores de Los Simpson. Y algunas de sus series, como Scooby-Doo y Los Picapiedra, fueron llevadas a la gran pantalla en una combinación de actores reales y nuevas técnicas de animación.

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