La Guardia Civil cree que un cuerpo hallado en Toledo es el de un empresario de Pinto

El hallazgo de un cadáver calcinado en el municipio toledano de Yuncos (7.500 habitantes) mantiene en jaque desde el pasado domingo a la Guardia Civil. Las primeras investigaciones apuntan a que puede corresponder a un empresario de alquiler de furgonetas de Pinto, Javier Parla García, de 36 años, que desapareció hace un mes. Los agentes de Criminalística del instituto armado están pendientes de hacer la prueba de ADN, cuyo resultado se conocerá hoy o mañana. La familia reconoció ayer por la tarde un objeto de valor que llevaba el cadáver y que pertenecía a Parla.

El macabro hallazgo se produjo al mediodía del pasado domingo en un paraje inhóspito de Yuncos. Según varios vecinos, el cuerpo estaba oculto entre unas zarzas, en una pendiente junto a un camino vecinal y a un arroyo. Al lado, hay un campo de olivos.

Fueron un grupo de cazadores los que encontraron el cuerpo, gracias a que llevaban unos galgos. Los perros rebuscaron en esa zona y, al percatarse de que había una persona calcinada, los cazadores avisaron de inmediato a la Guardia Civil. Al lugar se desplazaron agentes de Policía Judicial y el juez de guardia de la cercana población de Illescas. Éste ha decretado el secreto del sumario. "Hubo mucho movimiento de guardias civiles durante toda la mañana. Vino hasta un helicóptero, porque la zona donde fue hallado el cuerpo no es fácil de encontrar", comentaron algunos vecinos de Yuncos.

Fuentes del caso señalaron a EL PAÍS que las características físicas y antropométricas del cadáver corresponden, en principio, a las del empresario desaparecido. Los especialistas de la Guardia Civil determinaron que la persona fallecida era un varón de estatura media. Las llamas lo habían desfigurado completamente.

El padre de Javier Parla acudió el propio domingo a Illescas para que le extrajeran muestras y poder contrastar así el ADN. Las pruebas han sido remitidas a los laboratorios centrales del instituto armado, que los terminará de procesar entre hoy y mañana, según fuente del caso. También están pendientes de regenerar las huellas dactilares del cadáver.

La familia del empresario no ha querido hacer declaraciones hasta que se conozca la verdadera identidad del cadáver, aunque reconocieron que "todo" apuntaba a que se trata de Javier Parla: "Es muy evidente y muy posible que sea él, pero ahora mismo no tenemos pruebas ni argumentos ni de una cosa ni de la contraria", comentó su cuñado y portavoz de la familia, José Antonio Muñoz. Por la tarde, un nuevo indicio apoyó sus sospechas: un objeto de valor del fallecido fue reconocido por la familia entre los restos del cuerpo.

Javier Parla desapareció el pasado 23 de noviembre, tras cobrar 4.000 euros a un cliente de Yuncos. Dirige desde hace unos meses una empresa de alquiler de furgonetas en Illescas. Está casado y tiene una hija de cuatro años. Sobre las nueve de la noche del lunes 27 de noviembre fue hallado el coche del empresario. El mercedes fue hallado en la calle de Salvador Dalí, en Illescas, donde Parla tiene su empresa, Jamacar, de alquiler de furgonetas. Los agentes de Criminalística de la Guardia Civil inspeccionaron el vehículo y no localizaron restos de sangre ni señales de forcejeo. Unas mujeres hallaron su permiso de conducir al día siguiente de su desaparición en un descampado de Yuncos, a donde había ido a cobrar 4.000 euros. El deudor había saldado su cuenta en efectivo.

El grupo de Homicidios de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid se había hecho de las investigaciones después de que la familia no hubiera recibido ninguna petición de rescate tras la desaparición del empresario. Además, las cuentas bancarias que posee no habían registrado ningún movimiento en las últimas semanas, lo que hizo sospechar a los especialistas de Policía Judicial.

A partir de ahora y si se confirma que se trata de Javier Parla, participarán en las pesquisas junto a sus compañeros de Toledo.