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Las primarias de la derecha francesa acaban en fracaso

La virtual renuncia de Alliot-Marie deja a Sarkozy como único candidato de la UMP

Los intentos de la gubernamental Unión por un Movimiento Popular (UMP) de organizar un proceso interno de debate para elegir a su candidato a las elecciones presidenciales francesas de la próxima primavera han fracasado. Al menos, palidecen en comparación con el impacto social de los debates socialistas y la elección de Ségolène Royal. Con la virtual retirada de Michèle Alliot-Marie, la muy chiraquista ministra de Defensa, Nicolas Sarkozy, titular de Interior, tiene asegurada su proclamación.

Será el 14 de enero cuando los militantes de la UMP designen a Sarkozy, que es además presidente del partido.

Sarkozy y Alliot-Marie volvieron a chocar frontalmente la semana pasada en el foro de discusión -la UMP ha evitado llamarlos debates- celebrado en Lyon sobre la cuestión europea y las posibles reformas constitucionales. Y, de nuevo, la titular de Defensa -conocida por sus iniciales MAM- fue abucheada por los partidarios del ministro Interior. Un abucheo, en todo caso, tan poco ruidoso como la expectación que había levantado el debate: muy escasa.

Sarkozy anunció que si llega al palacio del Elíseo pedirá al Parlamento que ratifique un tratado constitucional europeo "simplificado", que retomaría las partes I y II del proyecto que los franceses rechazaron en referéndum en 2005, que tratan del gobierno económico de la UE o la elección del presidente del Consejo. "Europa es un gran desafío, una idea demasiado bella como para que uno se contente con un mini-tratado que daría la impresión de una Europa de mínimos", replicó la ministra. También chocaron sobre la entrada de Turquía; Sarkozy pone fronteras definidas a Europa y MAM le pide que reflexione sobre "el equilibrio del mundo dentro de 25 años".

Curándose en salud ante la más que probable humillación que podría sufrir de someterse al voto de la militancia (los sondeos le dan no más de un 15%), MAM ha dejado claro que la fecha del 14 de enero le trae sin cuidado, ya que en su opinión lo único que está en juego es el apoyo logístico y económico del partido, pero no la capacidad de presentar su propia candidatura al margen. En este sentido, la titular de Defensa mantiene abierta la puerta, al igual que su mentor, el presidente Jacques Chirac, quien ya ha repetido varias veces que no desvelará sus intenciones hasta el mes de marzo. En este contexto, la campaña de Sarkozy parece deslizarse sobre un anticlímax, entre una permanente presencia mediática que desvela demasiado a menudo los esfuerzos que hace por cambiar su incisiva personalidad, su carácter autoritario y su estilo apresurado, y mostrar una imagen tranquila, a la escucha de los electores. Se sabe que cuando anunció su candidatura en una larga entrevista en un programa de la televisión pública, al poco de empezar recibió un correo electrónico de su esposa Cecilia. "Relájate, estás demasiado crispado", decía.

El último incidente es especialmente significativo. Su amigo el cantante Johnny Hallyday, que le apoya públicamente, ha decidido establecer su residencia en Suiza para pagar menos impuestos. Pero si Chirac, también amigo del cantante, no tardó en lamentar la decisión del cantante, Sarkozy lo justificó alegando que la fiscalidad es "un problema" en Francia.

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Mientras, su rival, Ségolène Royal, busca el "voto popular", una manera de decir que intenta rescatar a los votantes de izquierdas que se pasaron al ultraderechista Frente Nacional e intensifica su presencia en Internet.

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