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Análisis:
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

La figura del 4

Ramon Besa

El mayor riesgo de las derrotas que ha encajado el Barça durante la temporada es el efecto desmoralizador que puedan tener entre su hinchada, más que nada por el mensaje optimista que se había vendido desde el entorno y también por la urticaria que provoca el nombre de sus ganadores. A juzgar por el enunciado de la presentación, el objetivo de este curso no era superar a ningún rival sino batir al propio Barça, al equipo de Les cinc Copes y al dream team, con la carga parricida que tal reto supone, empeñado como está el barcelonismo en hacer historia. Así que desde entonces no se cuentan los trofeos ganados -la Supercopa española- sino que se descuentan los perdidos -la Supercopa de Europa y el Mundial de clubes. Imposible, por tanto, alcanzar ya al plantel más laureada de los cincuenta mientras que el de los noventa le lleva dos Ligas de ventaja y una final europea en Atenas, el escenario al que precisamente aspira a llegar el barcelonismo para vengarse del ridículo ante el Milan.

Aunque el equipo está segundo en la Liga, con un partido menos, y se ha clasificado para los octavos de la Copa de Europa, todavía escuece, por otra parte, la incapacidad para vencer al Chelsea y la derrota en Madrid, un club que, a diferencia del Barça, hoy no necesita seducir a nadie sino que le alcanza con conquistar cada partido, circunstancia que explicaría su solvencia en cancha ajena y sus dificultades en la propia.

De la misma manera que está justificado que la mejora de los rivales pueda provocar entre los aficionados azulgrana un punto de inseguridad sobre los títulos a conseguir, no sería razonable que desconfiaran de su equipo. Más que renegar de la muchachada de Rijkaard se impone revisar su comportamiento en las finales. Tanto en La Liga de Campeones como en la Supercopa europea y la Copa del Mundo se ha dado la coincidencia de que el entrenador ha cambiado al medio centro durante el encuentro. El punto de partida siempre ha sido un volante defensivo, Motta o Edmilson, y sin embargo, ha acabado jugando un 4 como Xavi o Iniesta cuando el marcador estaba en su contra. Los cambios funcionaron en París y no tuvieron efecto en Montecarlo ni en Yokohama. De la gestión de los tres partidos se convino, en cualquier caso, de que el Barcelona necesita ir a por el partido desde la salida y no especular con el resultado porque en caso contrario traiciona su estilo. La ventaja para el entrenador es que puede combinar las dos formas, la de Edmilson o Iniesta, sin olvidar, en cualquier caso, la singularidad del equipo, que cuenta con un único medio centro y tiene la figura d el 4 como marca registrada, una declaración de intenciones inequívoca.

Aunque precisa de equilibrio, el Barça es un equipo parido para atacar y lucir sus delanteros, por más que Eto'o y Messi estén de baja. Le conviene al equipo reivindicar a sus futbolistas de ataque porque en caso contrario se empieza por perder los trofeos individuales y se acaba por ceder los colectivos.

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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