Diarra estrena el banquillo

Fabio Capello, técnico del Madrid, introdujo dos novedades en su once inicial. Una presumible; la otra no. El italiano rehusó alinear a dos delanteros y dejó en el banquillo a Ronaldo, que se había perdido dos entrenamientos por molestias musculares en el soleo de la pierna izquierda. Ruud Van Nistelrooy, entonces, quedó como única referencia en la punta de ataque.

La noticia inesperada fue que también apartó del equipo titular al medio centro Diarra. "Con Emerson y Diarra no perderemos partidos, no encajaremos goles", le dijo convencido, a principios de temporada, Capello a Ramón Calderón, presidente del Madrid. Ayer, por primera vez, varió de parecer. El futbolista de Malí, hasta la fecha, siempre había salido de inicio. Sólo se perdió la jornada anterior porque estaba sancionado. Guti, acostumbrado a ganarse el puesto a medida que avanza la temporada, ocupó su lugar. Y las variaciones le resultaron a Capello; Guti alzó la vista y asistió a Van Nistelrooy, que la enchufó en su segundo disparo a puerta, que sentenció el encuentro.

Aunque defiende esporádicamente la política de las rotaciones, Capello no suele aplicarla. Menos aun si de sus predilectos se trata. Así, después de Casillas (1.260 minutos), está Roberto Carlos (1.215) y Van Nistelrooy (1.196), que han participado en todos los partidos. También lo ha hecho Emerson (1.184) y Raúl (1.111). Hasta anoche, Diarra era otro de los fijos; fue 13 veces titular y completó 11 partidos (1.080 minutos). Guti, por el contrario, sólo acabó cuatro encuentros de los diez en los que jugó. Ronaldo, entre lesiones, mucho menos. Ha salido en cinco partidos pero sólo ha comenzado dos como titular. "No sé. Lo importante es que no nos marquen gol", acertó a decir Daniel Sánchez Llibre, presidente del Espanyol, cuando se le preguntó por la ausencia de Ronaldo. "No hablo", se limitó a contestar Luis Aragonés, el seleccionador, que también estaba en el palco. Calderón y Mijatovic, director deportivo del Madrid, tampoco se pronunciaron. Pero celebraron comedidamente el pase de Guti, en el gol de Van Nistelrooy. No tanto cuando expulsaron a Cannavaro. El italiano recibió un balonazo en la cara y el linier pitó mano. "¡Fue con la cara!", gritaba el napolitano, señalándose el círculo enrojecido entre el pómulo y la frente.

Con un gorro en la cabeza y una manta sobre las rodillas, Ronaldo lamentó desde el banquillo la cartulina roja que le mostraron al zaguero. Menos posibilidades para salir. Al tiempo, Diarra, para dar mayor contención, salía a calentar. Ronaldo no se quitó el abrigo.