El Sevilla también tiene flor

El Sevilla se encaramó al liderato provisional de la Liga tras vencer en un encuentro que se le puso de cara con suertecilla, pero que una vez desbravado el contrincante, manejó a su antojo. Hermoso conjunto el Recreativo. Ayer jugó algunos minutos de fútbol dinámico, alegre y joven. Pero una cosa es jugar mejor al fútbol y otra muy distinta colocar números en el casillero.

El Recreativo no supo marcarlos y dejó que el Sevilla se los colara con una facilidad preocupante. Eso cuando dominó, durante gran parte de la primera mitad, porque el Sevilla que entrena Juande Ramos fue lo suficientemente superior como para hacer del resto del partido lo que más le convenía. En el minuto cuatro, el zaguero portugués Beto dispuso de hasta dos ocasiones de haber batido a Palop, el guardamete sevillista. Ambas ocasiones fueron a bocajarro, fruto del mal despeje de una falta sacada al área.

Ni siquiera la expulsión de Aitor Ocio fue capaz de reanimar el juego alegre del Recreativo

Viqueira y Jesús Vázquez, currando como mulas en la salida y, sobre todo, en la recuperación del balón, consiguieron romper el vínculo de juego entre Poulsen y Renato, los motores del Sevilla. Aitor y Dani Bautista se pegaron como lapas a Alves y Navas, que no lograron una sola combinación en todo lo que duró la primera mitad. Ni siquiera Kanouté pudo con Mario, al que le saca un palmo de estatura. El Sevilla estaba maniatado. Y ya era la tercera vez consecutiva que le pasa en los partidos ligueros que juega fuera de Nervión.

Pero cuando uno tiene la estrella de cara, siempre se le aparece algo: la famosa flor, el árbitro o una empanada temporal del rival. Así, Mejuto González pitó un penalti sobre Puerta que no lo pareció, precisamente por la teatralidad en la caída del sevillista. El caso es que el gol aturdió el fútbol de los recreativistas, durante un cuarto de hora largo. Hasta que llegó la pelota a Cazorla, un jugador al que es raro hacer algo mal. Se revolvió continuó un balón por la derecha a Uche, el nigeriano con su potencia disfrazada de pereza se coló hasta el área en donde se quedó con la pelota el zurdo Aitor para colocar un espléndido pase con la derecha al segundo palo que Jesús Vázquez hizo gol con la cabeza.

El Recreativo revivió y volvió a menear al Sevilla. Pero entonces defendieron una falta lateral peor que un conjunto de juveniles. Así, primero remató Renato a placer, aunque al palo, y el rechace lo engatilló Kanouté igual de libre de marca. Aún así, los recreativistas siguieron erre que erre y a seis minutos del final Palop salvó a los sevillistas de dos remates a bocajarro y probablemente del partido entero.

En la segunda mitad, todo fue muy distinto. Uche ya no lo parecía, era un perezoso, Jesús Vázquez llegaba tarde a lo que antes se adelantaba y Viqueira perdió todo el aire que pareció ganar Jesús Navas. El interior empezó a dejar lindezas supersónicas y una de estas se coló, se coló y metió gol. Punto pelota. Ni siquiera la expulsión de Aitor Ocio fue capaz de reanimar el fútbol alegre, dinámico, joven de la primera mitad de los recreativistas. El Sevilla ya sólo tuvo que controlar hasta que el reloj le permitió hacer caja.

Por otra parte, el encuentro, además de sumar la victoria número 800 del equipo de Nervión en Primera División, supuso el cerrar la posibilidad del mercado de invierno al lateral izquierdo David Castedo. El jugador, que había sugerido la posibilidad de cambiar de club en el periodo invernal, disputó su quinto partido con el Sevilla. De ese modo, ya no puede ser cedido ni traspasado.