_
_
_
_
_
Entrevista:IVÁN HELGUERA | Jugador del Real Madrid | Fútbol | 15ª jornada de Liga

"Sentí que no existía para prensa, compañeros, entrenador, club..."

Diego Torres

A Iván Helguera (Santander, 1975) no le sirvieron de nada sus siete años de servicio en el Madrid cuando su ex técnico, López Caro, decidió borrarlo de todas las convocatorias desde marzo de la temporada pasada. Su penuria se prolongó con el rechazo de Capello y alcanzó la culminación cuando el club le arrebató el dorsal número seis para dárselo a Diarra. Cualquiera de estas situaciones habría bastado para arruinar una carrera. Pero Helguera recuperó su sitio y ahora se siente "reforzado". Hoy, convaleciente de una lesión, habla de su experiencia.

Pregunta. ¿Qué fue lo primero que le dijo Capello al llegar?

Respuesta. En Austria me preguntó que qué pasó el año pasado que no jugué. Fue una conversación amena. Al llegar a Madrid me di cuenta de que no contaba conmigo.

"Si llevaba siete años en el Madrid era porque había demostrado algo, no porque tuviera enchufe. Y más en un equipo que se come a los jugadores" "La gente está confundida con Capello. A él le gusta jugar bien al fútbol, pero dentro de un esquema. Querría que jugásemos fenomenal, pero más directo"
Más información
Capello: "Necesitamos a Gago"

P. ¿Y qué pasó el año pasado?

R. López Caro me dijo que había bajado mi nivel futbolístico. Y lo entendí. Pero de ahí a no ir nunca convocado... Eso no lo entendí nunca. No me lo explicaron. Y en agosto quise empezar de cero y fue como si siguiera López Caro. Como si no contaran conmigo porque el técnico anterior no lo había hecho. No me dieron la oportunidad de resarcirme. Todos empezaron de cero menos yo, que no tenía ni ese cero que tenían los demás.

P. Sin embargo, al parecer Capello le quiso llevar a la Juve.

R. Hace un año tuve referencias de representantes que me dijeron que la Juve tenía muchas ganas de llevarme. Y como él era el entrenador pensé que me quería. Si no me fui fue porque estaba contento en el Madrid.

P. ¿En qué ha cambiado la mentalidad en este Madrid?

R. Tienes que tener actitud defensiva porque si no, no juegas. No es que venga un delantero y diga: 'Voy a hacer goles porque el Madrid mete muchos centros y tenemos mucho el balón...'. Aquí hay que hacer bastante más. Somos más un equipo.

P. ¿No advierte que además de usted no hay ningún central ni ningún medio centro con vocación para iniciar las jugadas?

R. Hombre, hay jugadores que también sacan el balón bastante bien. Creo que Paco Pavón lo hace bien. Yo llevo muchos años aquí y he aprendido de Hierro.

P. ¿Capello incita al pelotazo?

R. Para nada. Creo que la gente está muy confundida con Capello. A él le gusta jugar bien al fútbol, sólo que dentro de un esquema. Hay que mantener siempre tu puesto, hay que ayudar al compañero. Si fuera por él, querría que jugásemos fenomenal, sólo que más directo. No le gusta tocar veinte millones de veces para no llegar a ningún lado. Quiere tocar hasta llegar a determinado sitio para crear peligro.

P. ¿Cómo convive un central con Diarra y Emerson enfrente?

R. Desde Makelele no he vuelto a tener compañeros en el centro del campo que te ayuden tanto en defensa. Y menos dos. Jamás he jugado con dos así. Lo que pasa es que en el Madrid el público quiere a jugadores que den grandes pases, que jueguen el balón, que vayan de cabeza... Quieren un jugador-diez. Y eso es muy difícil en el medio centro. Estas dos personas se dedican a otro tipo de cosas. Para el pase está Guti.

P. ¿Entonces los centrales no le dan el balón a ellos?

R. Buscamos más a Guti. Diarra también viene a pedirla, pero no puede jugar tan en largo. Intenta abrir a banda, o entre líneas hacia Raúl, o a Guti. Pero así hacemos un pase más. Si nos presionan no se la podemos dar. Así que optamos por un pase largo, porque con Emerson y Diarra tenemos dos que aprietan y roban. Es otro tipo de juego que quizá la gente no está acostumbrada a ver. Pero es muy efectivo.

P. ¿Capello pide a los defensas que no se la den a Emerson?

R. ¡No! ¡Tampoco es eso! Capello nunca nos dice cómo debemos jugar. Sólo intenta que no corramos riesgos.

P. ¿Cuál es la piedra fundamental de su orden táctico?

R. Que en cuanto haya una oportunidad de hacer peligro no toquemos y toquemos. Antes nos gustaba marear un poco la perdiz. Ahora quiere que en cuanto veamos que hay un desmarque que pueda hacer el mínimo peligro, que lo aprovechemos. Y atrás, no le gusta para nada que tiremos el fuera de juego. Hay que replegarse a la mínima y evitar goles a balón parado. Si podemos defender con diez y el portero, mejor.

P. Sin embargo, siguen encajando goles a balón parado.

R. Quizá porque hacemos más faltas y nos tiran más al área.

P. ¿A qué atribuye su regreso a la titularidad en Getafe?

R. A que hubo muchos lesionados. Y luego, esa semana jugué un buen partido con los juveniles.

P. ¿Hasta entonces el club qué le dijo?

R. Que no contaban conmigo. Lo que pasa es que lo hicieron con muy poco tiempo de antelación como para que me buscara otro equipo. Lo pasé bastante mal porque venía a entrenarme sabiendo que no iría convocado. Era como si no perteneciera al club. Venía porque me pagaban, como en un trabajo más. Es complicado llegar a un vestuario y no sentirte parte del equipo. Después de siete años como profesional en esta casa... no me sentía una persona más.

P. En su caso la veteranía no le valió de nada. Hasta le quitaron el dorsal.

R. Me lo había ganado. Si llevaba siete años en el Madrid era porque había demostrado algo, no porque tuviera un enchufe. Más en un equipo que desgasta tanto a los jugadores, que se los come. Aquí vienen miles de futbolistas que al año siguiente, o a los dos años, están fuera porque enseguida quieren gente nueva. Yo tenía una trayectoria y López Caro la conocía. Por eso nunca llegué a entender que dejara de convocarme.

P. ¿Cuál fue su vivencia?

R. Pasé de ser un privilegiado que jugaba en el Madrid a sentir que dejaba de existir para todo el mundo: para periodistas, para compañeros, para el entrenador, para el club... Es bastante duro.

P. ¿Lo ayudó el carácter, ese aire chulo que tiene?

R. No sé si ser un poco pasota, si creer tanto en mis posibilidades, me ha ayudado. Creo que no. Pero cuando estás en horas bajas, a veces la gente es más chula. Y ahí yo soy más chulo que ellos.

P. ¿Le habría dado el Balón de Oro a Cannavaro?

R. Se piensa que ese trofeo tiene que ser para el fenómeno de los fenómenos, uno que drible y que meta goles... ¿Pero por qué no va a ser un defensa? El fútbol ha sido muy injusto en ese aspecto porque no se lo han dado ni a Hierro ni a Maldini. Ellos se lo merecían. Y si se lo han dado a Cannavaro es porque se lo merecía.

P. ¿Cómo ve a Emerson?

R. Nunca se ha sentido tan presionado como aquí en el Madrid. Quizá le ha afectado un poco. Pero poco a poco está mejorando y sabe que no tiene que demostrar nada a nadie. Aquí siempre te piden más de lo que puedes dar. Cuando Makelele jugaba en el Madrid era malo. Ahora en el Chelsea es uno de los mejores del mundo.

P. Pero Makelele pedía más el balón que Emerson.

R. Sí. Era otro juego. Zidane era la persona que más pedía el balón en el mundo. Figo la pedía enseguida, muy abajo... Pero no es que ahora renunciemos al balón. Depende del rival. Por ejemplo, nos interesaba que el Barça quisiera el balón y le presionamos en la zona donde lo quería: en su salida.

P ¿Cómo ve su futuro?

R. Voy a luchar. Como si traen ciento cincuenta centrales. Sólo quiero las mismas oportunidades y sé que voy a seguir jugando.

P. ¿No teme que lo borren de las convocatorias otra vez?

R. No, porque confío en mí. He salido muy reforzado.

Claudio Álvarez
Claudio ÁlvarezClaudio Álvarez

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_